Este jueves, familiares y amigos de los ocho policías detenidos desde hace seis meses se concentraron frente al Juzgado N°3, en una nueva manifestación por la libertad de los uniformados. La protesta se centró en la falta de respuestas claras por parte de las autoridades judiciales y la creciente angustia de las familias, que atraviesan una situación cada vez más desesperante.

Solmaira Cabrera, esposa del oficial ayudante Diego Correa, expresó su frustración ante la falta de comunicación con el juez Verón: “No existió ningún diálogo ni acercamiento con el juez, necesitamos respuestas. Son seis meses de este calvario, y no sabemos qué esperar ni qué hacer. Todo es esperar, pero no tenemos nada”, manifestó Cabrera, visiblemente afectada por la incertidumbre que atraviesa su familia. Según la esposa del policía, aunque siguen haciendo presentaciones, no reciben respuestas: “La incertidumbre es tremenda, y la situación es difícil. Estamos con las familias de los ocho detenidos”.

Matías Orrego, hermano del sargento Joaquín Orrego, también se sumó al reclamo. En declaraciones emocionadas, cuestionó las condiciones en las que se encuentran los detenidos y el impacto psicológico que están sufriendo. “Son seis meses de lucha constante, de esta injusticia tremenda. Pedimos audiencias con el juez para que explique los motivos de las detenciones, pero no existen justificativos para que sigan detenidos. El juez tiene que resolver esto, ya no hay más pruebas”, señaló Orrego, quien destacó que la situación es insostenible. “Somos ocho familias que estamos pasando mal, con un evidente deterioro económico y sin sustento”, subrayó.

En tanto, Julia Viera, madre del sargento Lisandro Canteros, también expresó su dolor y preocupación por el bienestar de su hijo. “Estamos esperando que salga pronto, estamos viviendo una situación muy difícil, especialmente por mis nietos. Mi hija está destruida por la situación”, dijo Viera. Relató cómo su hijo le comunica que está mal psicológicamente, “me llama y me dice que no aguanta, que no puede dormir y que está enfermo. No está siguiendo su tratamiento”, lamentó.

La familia de Canteros también pidió seguimiento médico y asistencia psicológica para los detenidos, quienes según los familiares, están sufriendo un grave desgaste físico y emocional debido a la larga detención sin poder enfrentar un juicio. “Estamos mal, no podemos ir todos los días a verlo. Vamos cada 15 o 20 días, y la situación se está tornando insostenible. Pedimos que los detenedidos reciban el tratamiento que necesitan”, concluyó la madre del sargento.

La manifestación frente al Juzgado N°3 refleja el creciente malestar de las familias de los policías detenidos, quienes exigen respuestas urgentes y justicia para sus seres queridos, que continúan bajo arresto sin poder conocer los motivos concretos de su detención, ni cuándo será resuelta su situación.