Actualmente, la Zona Capital cuenta con 24 profesionales de salud mental distribuidos entre los diferentes CAPS y hospitales de niveles 1 y 2, que en total suman 32 efectores. Sin embargo, Smith señala que esta cobertura resulta insuficiente frente a la alta demanda. “En este momento, tenemos una gran cantidad de pacientes en espera. La crisis social y económica, la violencia doméstica, la angustia, la ansiedad y otros factores han incrementado considerablemente la necesidad de atención psicológica,” explica.

La coordinadora destaca que la demanda se ha visto especialmente agudizada en el último año, con un notable aumento en casos de malestar familiar, crisis económicas, violencia intrafamiliar, intentos de suicidio, depresión y cuadros graves de ansiedad. “La situación es crítica. Estamos viendo un incremento en la demanda de servicios de salud mental, que es reflejo del contexto difícil que estamos viviendo,” agrega.

Para gestionar esta situación, Smith hace un llamado a la población para que asista a los turnos programados y se acerque a los centros de salud donde se encuentran psicólogos disponibles. “Recomendamos a los pacientes que se ubiquen en su área programática, que busquen el CAPS más cercano a su domicilio para facilitar el acceso a la atención,” señala. Además, subraya la importancia del compromiso de los pacientes, ya que el ausentismo ha sido un problema recurrente. “Muchos pacientes sacan turnos y luego no se presentan, lo que provoca que nuestras agendas se saturen y que otros pacientes no puedan ser atendidos a tiempo.”

Smit también explica el proceso de atención en los centros de salud: “Todos los centros realizan una entrevista de admisión. Si el profesional no está capacitado para atender un caso específico, se deriva al paciente a un centro donde haya un especialista adecuado. La primera entrevista siempre es con los tutores, y se evalúa el caso para derivarlo al CAPS que cuente con los recursos necesarios.”

La coordinadora enfatiza que la colaboración y el compromiso de los pacientes son esenciales para mejorar la eficiencia del sistema y garantizar que todos puedan recibir la atención que necesitan. “Es fundamental que las personas respeten los turnos y se acerquen a los centros según su área programática. Solo así podremos ofrecer una atención más efectiva y oportuna,” concluyó.