En una reunión que se hará este viernes a la siesta en Dos de Mayo, representantes de una decena de entidades agrícolas discutirán los efectos de esta medida que establece un plazo de dos años para su implementación.

“Esta convocatoria no es menor”, destacó Bruera, subrayando la falta de consulta previa con el sector agrícola antes de la aprobación de la ley provincial que en uno de sus artículos prohíbe el uso de glifosato. “Cuando se hizo la ley nunca nos llamaron a debate”, lamentó, enfatizando que los productores no tuvieron la oportunidad de explorar alternativas viables al glifosato ni se les ofreció un plan de transición claro.

El presidente de FARM argumentó que el glifosato es fundamental para mantener la competitividad y reducir costos en las actividades agrícolas misioneras, al ser una herramienta eficaz para el control de malezas. “Esta prohibición pone en riesgo nuestras actividades productivas”, advirtió, señalando que la medida podría tener repercusiones económicas significativas para el sector.

Bruera también cuestionó la base científica detrás de la prohibición, citando el respaldo internacional que tiene el glifosato como producto seguro para la agricultura en más de 180 países. “No hay ningún estudio que demuestre que el glifosato es dañino para la salud humana”, afirmó, refutando las preocupaciones sobre los efectos adversos del herbicida.

En cuanto a la política agropecuaria de Misiones, Bruera expresó su descontento por la falta de una estrategia clara y la ausencia de participación directa de los productores en la elaboración de decisiones legislativas que afectan al sector.

Ante este panorama, los productores misioneros solicitan al gobierno provincial que revise la ley y considere vetar el artículo que prohíbe el uso de glifosato.