Cocina

Combinar pizza con vino es posible

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Pizza y vino: son dos de los más elegidos a la hora de comer, aunque muy pocas veces se los ve juntos en las mesas argentinas. Esto tiene más que ver con la costumbre de acompañar la pizza con cerveza.

Combinar pizza con vino es posible

Gracias la influencia de los inmigrantes italianos y al auge del delivery, la pizza se ha convertido en un plato popular. Es de fácil preparación en casa, resulta tan económico como atractivo.

Si bien se disfruta a lo largo de todo el año-en especial los fines de semana-su practicidad la convierte en una de las comidas más elegidas del verano.

Son muy pocos suelen disfrutar las pizzas con vinos, a pesar de ser la bebida más indicada para hacerlo. 

El tema es que el vino implica cierta complicación para muchos, y está lejos de la practicidad que propone la cerveza. Si realmente importan el punto de la masa, los sabores de los ingredientes combinados, y las texturas, entonces el vino es el partenaire ideal para realzar todos los atributos de la pizza.

Conocé el maridaje pizzas- vinos

Pizza de mozzarella

Es la más tradicional de todas y la más fácil de hacer en casa, pre pizza mediante. Queso mozzarella y salsa de tomate, simple y directa.

Un rosado de Malbec, liviano es ideal, porque es fresco y vibrante, con sus sabores moderados que no compiten con la pizza. Este vino también es apropiado para la versión Margherita, que viene con hojas de albahaca fresca.

Pizza de jamón y morrones

En general lleva salsa de tomate, mozzarella, jamón cocido y morrones. Se aconseja combinar con un blanco con cuerpo y cierto carácter, pero a la vez refrescante, como un Viognier.

Fugazzeta

Viene bien un vino que limpie pero que no compita, como un Semillón, con frescura y austeridad.

Pizza de rúcula y jamón crudo

Ya sea que lleve o no queso brie y/o tomates secos, el vino debe ser equilibrado y tenso. No tinto, porque este no se lleva bien ni con lo salado del jamón (se potencian los taninos y las sensaciones de aspereza) ni con el amargor del verde. Ahí es donde hace falta un Chardonnay, porque si bien suele ser un blanco poco expresivo, pero cuerpo y frescura, y tiene todo en su lugar.

De jamón y huevos

Con mozzarella, jamón cocido y huevo picado, es necesario un vino que llene la boca y humecte el paladar. Es ahí donde un Bonarda amable, pero con cuerpo y ciertas texturas se puede acoplar muy bien.

Pizza de papa y romero

Popularizada en la Argentina por Dolli Irigoyen esta pizza de apariencia gourmet es muy sencilla de replicar en casa. La mozzarella y la papa se funden en la boca, con el perfume inconfundible de la hierba fresca. Es necesario recurrir a un blend blanco, porque además de frescura le va a venir bien su carácter frutal.

De hongos

A esta pizza de mozzarella y la salsa de tomates se la suele servir con champiñones, los hongos más utilizados. Y para disfrutarla más, se puede elegir un tinto fresco y envolvente, como un Malbec o un Merlot, pero tienen que ser jóvenes, sin muchas pretensiones y sin paso por madera.

Vegetariana

Para acompañar cualquier pizza que combine vegetales, ya sean de estación o no, queda claro que el vino tinto no es el apropiado, si cualquier rosado o blanco, incluso un Torrontés con es carácter bien expresivo y efusivo, y sus perfumes florales y frutales.

Pizza de ananá

Si bien suele venir con jamón cocido, el único vino que puede combinar bien es un vino blanco dulce natural, servido bien fresco, porque no enfrenta al dulzor de la fruta y gracias a su acidez no resulta empalagoso.

¿Cuál de estas pizzas te gustaría probar?

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