Cocina

Consejos para mejorar una salsa si no salió como esperabas

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Una salsa sirve para acompañar una comida. Se usa para estimular los sabores del paladar, pero existe el riesgo de que, si está mal preparada, tenga un efecto opuesto y arruine el plato.

Consejos para mejorar una salsa si no salió como esperabas

Por eso, siempre es conveniente conocer algunos trucos para mejorar cualquier salsa que no salió como esperabas y, de esa manera, evitar tener que tirarla.

Consejos simples para salvar una preparación que parecía estar arruinada

#1. Si la salsa está demasiado líquida. Retirá los ingredientes sólidos con una espumadera. Colocá unas cucharadas de la preparación en una olla a fuego fuerte hasta que se reduzca a la mitad. Para terminar, reintroducí los ingredientes sólidos.

#2. Muy transparente. Si buscás espesar la salsa, podés usar harina o fécula de maíz (maicena). Si se puede agregar algo de grasa, optá por manteca o incluso huevos. Agregá el ingrediente que hayas elegido con la salsa a fuego lento, sin que hierva, y revolvé hasta obtener la consistencia buscada.

#3. Con grumos. Batila y tamizala sobre una nueva olla. Volvé a calentarla a fuego lento sin dejar de revolverla.

#4. Muy grasosa. Colocar un cubito de hielo en la preparación final. Con este truco, la grasa va a flotar en la salsa, lo que te va a permitir retirarla con una cuchara.

#5. Muy salada. Agregar una pizca de azúcar para compensar el exceso de sal, o sumergí unas rodajas de papa cruda pelada, que absorben el exceso de sodio y esperá a que estén cocidas para retirarlas.

#6. Insípida. Poner un cubito de caldo, o unas 4 cucharadas soperas de vino previamente hervido. También podés agregarle una pizca de nuez moscada, unas gotas de salsa inglesa (Worcestershire), tabasco o mostaza.

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