
LUSAIL. Pasaron 36 años para que un argentino convirtiera un gol en la final de un Mundial y lo hizo nada menos que Lionel Messi, de penal, ante Francia en Qatar. El último había sido Jorge Burruchaga ante Alemania en 1986.
Según informó TyC Sports, la jugada se originó a los 21 minutos del primer tiempo, cuando Ángel Di María enganchó al área desde la izquierda ante la marca de Ousmane Dembélé y el francés lo manoteó de atrás.
Ya en la definición, Messi no falló y eligió el palo izquierdo de Hugo Lloris, quien ya se había tirado para el otro lado.