Fue una final muy desigual y radicalmente distinta a lo que se esperaba en la previa. Se anunciaba un duelo parejo, pero las futbolistas Barcelona rompieron todos los libretos y apabullaron al Chelsea por 4-0 para coronarse campeonas de la Champions League por primera vez en su historia. El conjunto catalán quebró así la hegemonía del Olympique de Lyon, que se había coronado en las últimas cinco ediciones de forma consecutiva.
El de Gotemburgo (Suecia) fue un partido sin equivalencias y ya antes del descanso las Blaugranas habían logrado una diferencia de 4-0. La tarde empezó mal para las inglesas: a los 35 segundos de juego, la alemana Melanie Leupolz convirtió en contra de su propia valla y dispuso el 1-0 para el Barcelona. A los 14′, la histórica Alexia Putellas aumentó la cuenta con un tiro penal.
La goleada no tardó en consolidarse ya que, sobre los 20′, Aitana Bobmati -luego elegida figura de la final- aprovechó una nueva desatención del fondo del Chelsea para marcar el 3-0. La noruega Caroline Graham Hansen anotó la cuarta conquista de su equipo sobre los 36′.
El marcador ya no se movió en la segunda parte. El Chelsea, con jugadoras de la jerarquía de Fran Kirby, la australiana Sam Kerr o la danesa Pernille Harder, poco pudo hacer ante un Barcelona que supo regular los esfuerzos para controlar las acciones hasta el final, sin sufrir sobresaltos.
De esta manera Barcelona se consagró campeón y alcanzó un título que se le había negado en el 2019 cuando cayó en la final ante el Olympique de Lyon por 4-1. Así el club Azulgrana se convirtió en el primer equipo español en alzarse con este trofeo y le puso el broche de oro a proyecto de apoyo al fútbol femenino que lleva varios años.
