Rodrigo Bareiro comenzó la entrevista explicando que la Academia Nápoles inició su labor hace cuatro años, representando un desafío nuevo y emocionante. Destacó que al principio fue un reto explicar las tareas a los jóvenes, pero con el tiempo se siente más cómodo en su rol. La academia, que comenzó en el predio de Nápoles en Lavalle, ahora opera en el Complejo Mbareté.

“Arrancamos con cinco o seis entrenadores y hoy estamos a cargo de diversas categorías, desde la sub17 hasta la 2011”, dijo Bareiro, resaltando la diversidad de grupos que manejan. Afirmó que la idea principal es formar a los jóvenes como personas y profesionales, no solo como futbolistas.

Por su parte, Pablo Motta expresó su satisfacción por estar del lado de la formación en la academia después de cumplir un ciclo en el fútbol profesional. Destacó la importancia de ser exigente como entrenador y de tener paciencia con los jóvenes en proceso de formación.

Respecto a las actividades recientes, Bareiro mencionó que comenzaron en Costa Sur, realizando una presentación y trabajos físicos en la arena. Aunque el clima los obligó a modificar sus planes, continúan con la planificación en el Complejo Mbareté y tienen previsto realizar prácticas en el Brete.

Ambos entrenadores expresaron su alegría por la cantidad de jóvenes que se han inscrito en la academia y destacaron que los trabajarán con la misma dedicación que a un equipo de primera, siguiendo una planificación cuidadosa para su desarrollo futbolístico y personal.

Bareiro también destacó la importancia de las redes sociales para abrir oportunidades a los jóvenes futbolistas, permitiéndoles probarse en Buenos Aires, una posibilidad que antes era más difícil de alcanzar.

“Por el sueño, los padres dejan todo, y eso nos pone contentos al momento en el que algún chico queda allá”, concluyó Bareiro, subrayando el compromiso de la academia con el sueño y desarrollo de los jóvenes talentos del fútbol.