El mundo del fútbol está conmocionado por la sorpresiva muerte del exdefensor, Andreas Bremhe, el histórico jugador de fútbol alemán.
El exfutbolista tenía 63 años y habría tenido un infarto según informó el diario Bild.
Brehme fue quien marcó, de penal, el gol de la victoria de Alemania en la final del Mundial de 1990 contra Argentina.
El exdefensor del Seleccionado alemán recordó aquella final jugada hace 34 años y criticó el juego del equipo de Carlos Bilardo. “Argentina no nos llegó nunca en 90 minutos y nunca quiso jugar”, dijo en ese entonces.
“En Argentina deberían estar contentos de haber llegado a la final. Argentina no tuvo oportunidad de anotar ni en un córner, ni en nada. Ni siquiera querían jugar, fue la final más unilateral en la historia de la Copa del Mundo”, dijo en un reportaje en la revista alemana de fútbol Kicker.
Desde que se confirmó la noticia de su muerte, hubo miles de muestras de afecto y condolencias en las redes sociales. Una de ellas fue del Bayern Munich, uno de los clubes en donde el defensor fue protagonista.
En su extensa carrera Brehme jugó para el Saarbrucken, el Kaiserslautern -donde también fue entrenador-, el Bayern Múnich, el Inter de Milán y el Zaragoza.
Se retiró del fútbol en 1998 tras ganar la Bundesliga con el Kaiserslautern. Luego siguió ligado al mundo del fútbol, pero atravesó una situación económica complicada.
Su último trabajo lo tuvo en 2006, ayudando a Trapattoni en el Stuttgart. Después, en 2018, fue agente para el Vojvodina serbio.
En 2014, ‘Deutsche Welle’ informaba que Brehme había perdido todo el dinero que había ganado durante su gran carrera deportiva, incluyendo una deuda de 200 mil euros con el fisco.
Ante esta situación, se ofreció a todo tipo de trabajos, como el aseo de los inodoros de un centro comercial.
El Sindicato de Futbolistas Profesionales manifestó su posición ante situaciones como esta. “Intentamos enseñarles a los futbolistas a evitar esas situaciones en las que no se sabe cómo ganar dinero lejos de los terrenos de juego. Nuestro consejo es muy claro: hay que tener un plan B, aprender otra profesión…”, expresaron.
