“Empecé por una película de MMA, flasheé y comencé a tirar piñas”, reveló sobre sus motivaciones iniciales para adentrarse en el boxeo. Entrenando en el Team Paredes, ubicado en avenida Alem casi Tomás Guido, con Simón y Jorge Paredes como preparadores técnicos, el joven boxeador destacó la importancia de la preparación física en su desarrollo.

Con tan solo dos años en el boxeo, Melo participó en un torneo nacional en El Bolsón, donde lamentó la dudosa imparcialidad de los fallos arbitrales. “En todo el torneo fue dudoso el resultado de las peleas. Les pasó a varios chicos de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Catamarca. Ganamos la pelea, pero no para los jueces”, expresó Melo, señalando las dificultades que enfrentó en la competición.

A pesar de las controversias, Melo describió su pelea contra un contrincante de la selección como una experiencia positiva. “Me sentí tranquilo, fue linda, y cuando me enteré de que el contrincante era de la selección, el dolor de la derrota fue menor”, compartió. A pesar de la derrota, muchos le indicaron que ganó la pelea, y Melo se sintió ganador, destacando que cada pelea, ya sea ganada o perdida, es una valiosa experiencia en su camino hacia el profesionalismo.

En retrospectiva, recordó su participación en un torneo regional, donde no hubo dudas en su victoria. “Al chaqueño le gané por abandono porque le saqué un diente”, mencionó con humor sobre su victoria en esa ocasión.

Con una pegada y velocidad destacada, Melo está en constante búsqueda de su estilo en el ring, adaptándose a todo tipo de peleas. Aunque reconoce que no tira muchas manos, está consciente de que un solo golpe puede definir la pelea.