“Estoy muy orgulloso de salir campeón del mundo, que no es menor”, afirmó, subrayando la importancia de este logro en un contexto donde el deporte para personas de talla baja busca cambiar la percepción y superar la discriminación.

El jugador destacó la evolución del deporte en Argentina, resaltando la iniciativa de Facundo Rojas en 2016, que convocó a personas de todo el país para formar una selección, establecer una disciplina y participar en competiciones internacionales.

Antúnez recordó los inicios del proyecto, cuando el fútbol para personas de talla baja enfrentaba estigmatización y burlas, especialmente en Brasil, donde antes se utilizaba como un espectáculo de entretenimiento. Sin embargo, el proyecto argentino transformó esa realidad.

“Queríamos jugar a la pelota y compartir con personas de talla baja”, expresó, destacando el sueño compartido por muchos de los participantes que habían dejado de jugar al fútbol tras dejar de crecer.

El jugador resaltó la importancia de la Copa América de 2018 en Buenos Aires, donde Argentina salió subcampeona, y mencionó la rivalidad con Paraguay, que se consolidó en ese torneo.

A pesar de los desafíos y la discriminación persistente, Antúnez enfatizó el impacto positivo del deporte en la vida de las personas de talla baja. “A través del deporte pudimos derribar muchas barreras”, afirmó, señalando la prevención de problemas de salud y el cambio de percepción hacia la comunidad.

“Dimos vuelta la página y ese es el camino: deporte e inclusión”, concluyó, resaltando la importancia de transmitir este mensaje en Misiones y fomentar la participación e involucramiento de la comunidad.