BUENOS AIRES. Las empresas fraccionadoras agrupadas en la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) solicitaron el pasado domingo al Gobierno declarar en forma urgente la emergencia del sector y adoptar “todas las decisiones necesarias que eviten que la situación se continúe agravando”.

En la actualidad el precio de una garrafa de 10 kilos es de 425 pesos y el sector reclama una suba de entre 200 y 250 pesos según la zona del país.
“De seguir con este difícil presente se afectará a los actores de la industria, pero principalmente se perjudicará a los usuarios consumidores, en especial a aquellos más vulnerables que, por carencia de recursos o por cuestiones de infraestructura se ven impedidos de acceder a redes de gas natural o a otros recursos alternativos”, alertaron desde la entidad.

Y agregaron: “En el contexto de segunda ola de Covid-19 que atravesamos, y para seguir haciendo frente a la importante demanda de gas licuado que tiene nuestro país, requerimos de medidas que saquen a las fraccionadoras de la complicada crisis que sufren”, remarcaron.

Además, desde la Cámara aseguran que si bien se consiguió que los valores se incrementen, no fue al nivel esperado para cubrir los costos y márgenes razonables históricos. Asimismo, los márgenes establecidos de las tareas de fraccionamiento y distribución en la Argentina se ubican en 3 dólares por garrafa de 10 kg.

“Este número es la mitad respecto de los de los países de la región que, en promedio, ubican ese valor alrededor de los 6 dólares por carga de 10 kg”, señalaron desde CEGLA.

A su vez, también reclamaron suspender todos los procedimientos de cobro de las multas que por cualquier concepto hayan sido aplicadas hasta la fecha por un plazo mínimo de 3 años y la reducción del 50 por ciento en las contribuciones patronales de los empleados del sector.