Markarian destacó las diferencias entre la nueva fórmula y la actual, explicando que la fórmula vigente hasta marzo se basa en un 50% de variación salarial y un 50% de la recaudación de ANSES. Sin embargo, señaló que esta metodología presenta desafíos, ya que la medición se realiza con tres meses de atraso, lo que desactualiza el porcentaje de aumento.

La abogada previsionalista resaltó que, a partir de abril, la nueva fórmula contempla un ajuste mensual, teniendo en cuenta la última inflación. Aunque considera que esto es un avance positivo, también reconoció que existe un desafío significativo debido a que se parte de una base muy baja, con un haber mínimo de 105 mil pesos y un bono de 55 mil pesos.

“Habrá que ver el porcentaje de marzo y esperar esa medición. Enero y febrero van a cobrar el bono de 55 mil pesos y se espera que sea un poquito más”, afirmó. Además, señaló que se podría haber tenido en cuenta la canasta básica, que ronda los 450 mil pesos, para garantizar una mejor adecuación de los haberes jubilatorios.

A pesar de las incertidumbres, la abogada considera que estas noticias son alentadoras para los jubilados, aunque subrayó la importancia de conocer en detalle cómo impactarán estos aumentos en la jubilación mínima.