El economista no escatimó palabras al criticar las políticas económicas de Misiones, señalando que “un banner de Misiones no podés aceptar, porque vas a perder más plata de la que ganas”. Sus palabras apuntan directamente a las dificultades que enfrentan los inversores en la región, atribuyendo la pérdida de ganancias a las políticas restrictivas del Estado misionero con la “Aduana Paralela”.

Además, fue aún más allá al afirmar que el Estado misionero está “obsesionado con que Misiones sea pobre”, sugiriendo que esta obsesión se traduce en una actitud hostil hacia la inversión y el trabajo en la provincia, revelando una preocupación por el futuro económico de la región y el impacto negativo que estas políticas pueden tener en el desarrollo económico.

“Un camionero va a Misiones tiene una carga consolidada de 10 fábricas. Nueve pagaron el anticipo de Ingresos Brutos, una no y el tipo se queda esperando ahí hasta que esta fábrica lleve la guita cash en la casita de ruta 12”, cerró.