En un reciente informe, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), reveló que el Estado se lleva el 74,6% de la renta agrícola, lo que representa un incremento de 13 puntos respecto al año pasado.
Según la entidad, los principales factores que han contribuido a este alto índice son la sequía y el atraso cambiario.
Además, se destaca la falta de federalismo en la distribución de los impuestos, concentrándose en el ámbito nacional y dejando a las regiones con una carga significativa.
De ese 74,6% de la renta agrícola afecta tanto a la producción agrícola como a las regiones en general. En el caso de los productores que alquilan la tierra, los impuestos superan el 100% de su renta, lo cual genera una situación insostenible.
El índice de FADA corresponde a un promedio de los principales granos, pero si se analiza por cultivo, se observa que la soja lidera la participación del Estado con el 83,5%, seguido por el maíz con el 69,7%, el girasol con el 63,7% y el trigo cierra la lista con el 57,9%.
Los analistas de FADA destacan que el impuesto con mayor participación en este índice es el derecho de exportación, el cual no reconoce las caídas en la rentabilidad y sigue afectando el precio bruto de los productos. A medida que empeora la sequía, aumenta la participación de los impuestos sobre la renta, lo que contribuye al incremento del índice.
Otro factor que ha influido en este aumento es el atraso cambiario. En comparación con el mismo mes del año pasado, el tipo de cambio oficial subió un 110%. Sin embargo, en términos de tipo de cambio real, descontando los efectos de la inflación, experimentó una caída del 1,7%. Esto significa que el tipo de cambio se ha quedado rezagado frente a la inflación, lo que aumenta los costos de producción al medirlos en dólares. Esta situación es desfavorable para cualquier actividad exportadora.
En relación a la distribución de los impuestos, se evidencia una falta de federalismo. Los impuestos nacionales no coparticipables representan el 75% del total de impuestos que enfrenta una hectárea agrícola en Argentina, concentrando el dinero en manos del Gobierno Nacional.
Además, las provincias también recaudan varios impuestos, pero en promedio, solo representan el 18,5% de los impuestos medidos. Los impuestos municipales, en cambio, constituyen solo el 0,9% del total.
Asimismo, la distribución de los impuestos revela una falta de federalismo, concentrándose en el ámbito nacional y dejando a las regiones con una carga excesiva.
Con respecto a la participación de las provincias en la renta agrícola, Entre Ríos es la de mayor peso con el 79,4%, seguido de cerca por Córdoba que registra un 78,5%, San Luis 77,7%, La Pampa 74,8% y cierran la lista por debajo del 70%, Buenos Aires con el 69,1% y Santa Fe en 67,9%.
