Durante el encuentro del CFE, encabezado por el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, y del que participaron los funcionarios de las 24 provincias, se estableció que se dictarán clases bajo la forma de “presencialidad administrada” en las jurisdicciones de riesgo epidemiológico bajo, mediano y alto.
Mientras que se decidió suspender las clases presenciales en aquellas regiones que están en alarma sanitaria, considerada de mayor gravedad por el desarrollo de la pandemia.
En la ocasión, el ministro Trotta se topó con la negativa de Soledad Acuña, titular de la cartera educativa porteña, y de José Thomas, director general de escuelas de Mendoza, quienes no aceptaron el acuerdo, pese a que ambas regiones están incluidos en el nivel de alarma epidemiológico.
“Somos claros: la discusión no es vinculada a presencialidad sí o no, se relaciona a no comprender desde nuestra mirada por parte del gobierno de la ciudad la enorme complejidad que está transitando la ciudad en cuanto a la realidad epidemiológica y de saturación del sistema sanitario”, justificó el CFE.
En ese sentido, se remarcó que las restricciones “tendrán carácter transitorio, con tiempos de realización claramente establecidos”, y que cada jurisdicción “podrá reorganizar la frecuencia de asistencia presencial de toda la población escolar”.