Cultura

El rincón histórico de Buenos Aires y Bolívar: un universo de libros y pasión

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En el mes dedicado a la celebración de la literatura y el conocimiento, un rincón emblemático en calles Buenos Aires y Bolívar se erige como un faro para los amantes de la lectura. Allí, en medio del bullicio de la ciudad, se encuentra Ricardo Raymondo, un guardián de la palabra impresa que dedicó décadas de su vida a alimentar la sed de conocimiento de la comunidad.

El rincón histórico de Buenos Aires y Bolívar: un universo de libros y pasión

Con cerca de 50 mil ejemplares que abarcan una variedad impresionante de géneros y temas, este santuario literario se convertió en un refugio tanto para los grandes como para los pequeños. Aquí, la pasión por los libros se teje en cada página, y los visitantes tienen la oportunidad no solo de explorar los tesoros literarios, sino también de intercambiar ideas y adquirir nuevas historias para llevar a casa.

La historia de este lugar se remonta a más de 70 años atrás, a un pequeño rincón en Uruguay donde la semilla del amor por los libros fue sembrada por el padre de Raymondo, quien regentaba una librería. “Nací entre estanterías y letras”, recuerda. “Desde muy joven, los libros se convirtieron en mi refugio y mi pasión”.

Con el tiempo, esa pasión lo llevó a cruzar fronteras hasta Buenos Aires, donde abrió las puertas de varias librerías, cada una más encantadora que la anterior. Sin embargo, su búsqueda de un refugio tranquilo lo llevó a Oberá, donde residió durante una década antes de establecerse definitivamente en Posadas en 1994.

El viaje de Raymondo hacia la creación de este santuario literario fue tan diverso como los propios libros que alberga. Desde un modesto local en la calle Junín hasta su ubicación actual cerca de la Catedral, ha sido testigo del crecimiento y la evolución de su amada colección. “Aquí se vive todo”, comparte con entusiasmo. “Compramos, intercambiamos y recibimos donaciones. Cada libro tiene una historia, y me enorgullece ser parte de su preservación”.

Sin embargo, mantener viva esta pasión no ha sido tarea fácil. Muchos de los libros que llegan a sus manos están marcados por el paso del tiempo, necesitando cuidados y reparaciones meticulosas. Pero para Raymondo, cada momento dedicado a restaurar estas joyas literarias es un acto de amor y gratitud hacia el poder transformador de la lectura.

En este mes del libro, el Rincón Histórico de Buenos Aires y Bolívar brilla con una luz renovada, recordándonos la importancia de preservar el legado de la palabra escrita y celebrar la magia de los libros que nos conectan a todos.

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