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Jóvenes y religión: el “imán” del rock cristiano

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El aumento de los jóvenes “sin religión”, alejados de las instituciones para creer por “su propia cuenta” y de los que se identifican con la iglesia evangélica, donde el rock cristiano juega un rol convocante, implicaron un cambio respecto a lo que ocurría hace una década, aunque “el peso de las creencias hoy sigue siendo muy fuerte”, afirmó el sociólogo Fortunato Mallimaci.

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Jóvenes y religión: el “imán” del rock cristiano
Imagen ilustrativa

En una entrevista con Télam, el investigador del Conicet aseguró que “hoy hay una proporción de jóvenes, comparada con 2008, que toman más distancia de la religión, pero no es el conjunto: uno puede decir que el 80% de los argentinos son creyentes, o que hay un 20% que toma distancia de la religión”.

Mallimaci se refirió a los datos que arrojó la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina elaborada por investigadores del Conicet y difundida recientemente.

Dentro de ese 20% que se distancia de la religión hay un grupo de jóvenes que en los últimos años tomó ese camino, pero hay que considerar que “las creencias son un cemento, son pesadas, no se cambian fácilmente”, indicó el investigador.

“Uno suele creer que lo que hace uno es lo que hacen todos, que en los ambientes donde se maneja uno está el conjunto, pero es en este tipo de trabajos donde se nota la diversidad”, resumió el sociólogo, y agregó que la encuesta ofrece los datos, pero después “siempre está la batalla por la interpretación”.

De acuerdo con el estudio, las personas de 65 años en adelante se identifican en un 81% con la religión católica, mientras que en ese rango de edad son un 7% quienes dicen “no tener religión” y un 9% los que optan por la opción evangélica.

En tanto que, entre las personas de 18 a 29 años, la opción por el catolicismo baja al 52,5%, y crece la identificación con “no tener religión” (24,7%) y con la opción evangélica (20%).

Las causas sobre el distanciamiento de los jóvenes “se ven bastante bien cuando uno observa sus acciones en los últimos años: hay muchos que participan manifestándose en el espacio público sobre educación, presupuesto y sobre todo en las marchas a favor de la legalización del aborto”, indicó.

Las personas “sin religión tienden a tener un mayor nivel de participación en movilizaciones sociales” que aquellas que se identifican con la religión católica o evangélica, de acuerdo con la investigación.

“El mundo evangélico, por su parte, atrae a los jóvenes con muchas actividades, y una de ellas es el rock cristiano que es un estilo de música que se escucha mucho”, describió el sociólogo.

Aún así, sostuvo que definir “una estrategia para el acercamiento de la juventud a la religión” no se reduce a actividades, sino que “tiene que ver con una cuestión estructural”.

Mallimaci también se refirió al “mundo sin religión” e indicó que “aún allí se pueden ver cómo ciertas visiones judeo-cristianas siguen estando presentes: el mal, el infierno, la espera, la promesa”.

De hecho, en el ranking de creencias para el total de la población que se manifiesta “sin religión” siguen apareciendo: Jesucristo (30%), Dios (28,6%), Espíritu Santo (21%), El Diablo (18,4%), la Virgen (15,3%), El Infierno (14,4%).

Aunque en ese universo encabezan la creencia en La Energía (71,6%) y La Suerte (55%), de acuerdo con la encuesta.

Asimismo, entre las prácticas de las personas “Sin religión”, 2 de cada 10 rezan, hablan con los seres queridos difuntos, practican yoga y se curan el mal de ojo, el empacho y la culebrilla.

“Estudiar las creencias permite comprender nuestras sociedades desde una esfera que es la religiosa y que es importante para las personas el tenerla o el decir que no la tienen”, analizó el investigador.

Para Mallimaci, se trata de “comunidades de interpretación muy fuertes para explicar la incertidumbre, la muerte, la salud, la enfermedad, el hambre” y también para conocer la visión sobre “el cuerpo, el tiempo libre, la familia, la política, la educación, el Estado”.

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