Cultura y Espectáculos

El nuevo Aleph, sobreseído

cargando anuncio

El escritor Pablo Katchadjian había hecho un experimento artístico, en 2009, que para muchos fue un homenaje a Jorge Luis Borges: reescribir el célebre cuento El Aleph agregándole palabras. Pero para María Kodama no hubo homenaje: inició una demanda por plagio en 2011.

El nuevo Aleph, sobreseído

[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”106355″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional sobreseyó al escritor Pablo Katchadjian, que en noviembre pasado había sido procesado por defraudación a los derechos de autor por su libro de 2009 El Aleph engordado, entendiendo, en aquella ocasión, que se trataba de un plagio de la obra original de Jorge Luis Borges, el cuento El Aleph. La causa judicial, no obstante, seguirá.

El abogado de María Kodama -heredera del gran autor y quien impulsó la denuncia-, Fernando Soto, le dijo a Clarín que apelarán la resolución y que ésta volverá a la Cámara Federal de Casación, que ya había intervenido en el caso revocando un sobreseimiento de primera instancia.

El Aleph engordado tiene unas 5600 palabras más que el cuento original. Lo publicó la Imprenta Argentina de Poesía, en una tirada de 200 ejemplares. Su autor dijo que gran parte de ellos se regalaron y que se trató de un experimento literario. El libro incluía una “posdata” de Katchadjian en el que explicaba en qué consistió ese “engorde”: básicamente, en el aumento significativo del texto original sumándole palabras propias, en un juego de intertextualidad.

El Aleph engordado no contó con la autorización de Kodama, pero para muchos escritores se trató de un homenaje admisible a Borges.

Mientras que el cuento original empieza: “La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía…”, en la versión de Katchadjian se lee: “La candente y húmeda mañana de febrero en que Beatriz Viterbo finalmente murió, después de una imperiosa y extensa agonía…” Las palabras agregadas no tienen una variante tipográfica.[/vc_column_text][vc_single_image image=”106358″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]En el fallo de la Sala V que se conoció ayer se incluyen los dichos de uno de los peritos que intervino en la causa, que señala: “Las diferencias entre uno y otro texto son los suficientemente significativas para permitir reconocer que no hubo una reelaboración del texto original sino la creación de un texto nuevo y diferente”.

Soto, sin embargo, consideró que “no se trata de obras diferentes, sino de una obra alterada” y que el objetivo de la querella es lograr el “respeto a la obra ajena, protegido por la ley”. El abogado dijo que se trató de un “experimento que no se llevó adelante en el marco de un taller literario”, sino que el autor cobró notoriedad con esa publicación, a expensas de Borges.

En la vereda de enfrente, Ricardo Strafacce, letrado del escritor nacido en 1977, resaltó que hubo “comunicaciones de universidades de Estados Unidos, de Inglaterra, de Alemania, hasta de China, diciéndole al tribunal que era un procedimiento literario legítimo”; se trata de una serie de informes incluidos en el expediente. “Eso influyó en el sobreseimiento”, destacó.

La larga historia de la disputa judicial, que comenzó en 2011, sigue. En 2015, Katchadjian había recibido el apoyo de varios autores, como César Aira y Claudia Piñeiro. Después de un primer sobreseimiento y del procesamiento dictado en noviembre pasado, el Centro PEN se quejó por una “judicialización desproporcionada de un experimento literario”. El reclamo judicial continuará, casi eterno como en una obra surgida de la ficción.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]Clarín – vm.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comentarios