[vc_row][vc_column][vc_column_text]Una encuesta de MuMaLá refleja que el acoso callejero es una modalidad de violencia contra las mujeres que está presente en todo el país; ¿qué dice la ley?[/vc_column_text][vc_single_image image=”134036″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]La calle y el transporte público son espacios para que todas las personas transiten libremente y se sientan seguras al hacerlo. Para la mayoría de las mujeres, esto no ocurre. ¿Cómo se sienten las mujeres al transitar solas el espacio público? Esta es una de las preguntas que hizo la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) en 11 provincias a 1300 mujeres para relevar cómo les afecta cotidianamente caminar por la calle y viajar en transporte público.
El 80% de las mujeres encuestadas manifestaron que se sienten inseguras al caminar solas por la calle. Entre las ciudades más inseguras, se encuentra Corrientes (92%), Tucumán (86%), Santiago del Estero (85%) y el Gran Buenos Aires (83%). La Ciudad de Buenos Aires se encuentra en el 5° lugar, con un 78% de percepción de inseguridad. Las zonas poco transitadas y poco iluminadas son los factores que hacen aumentar la sensación de inseguridad: el 84% dijeron que se sienten más en riesgo por la noche.
“El objetivo es visibilizar la violencia que sufrimos las mujeres en los transportes y en el espacio público, lo que conlleva a que no podamos viajar y transitar libremente y seguras”, dijo a LA NACION Raquel Vivanco, coordinadora nacional de MuMaLá.
La inmensa mayoría de las mujeres, un 93%, dijo haber sufrido alguna forma de acoso sexual callejero a lo largo de su vida. Los tipos de acoso son diversos: al 45%, algún varón la siguió; al 36%, la tocaron o le mostraron los genitales y el 17% contó que un varón se masturbó frente a ellas.
Frente a este panorama, todas las mujeres toman precauciones para evitar este tipo de situaciones, como ir acompañadas, evitar pasar por lugares oscuros o con poca gente, cruzar de calle, elegir rutas alternativas, utilizar ropa que no llame la atención y/o evitar contacto visual con extraños. “El Estado debe dar respuesta generando y aplicando políticas públicas que promuevan ciudades seguras para que las mujeres podamos gozar de nuestro derecho a transitar despreocupadas la vía pública”, afirmó Vivanco.[/vc_column_text][vc_single_image image=”134035″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]
Violencia contra las mujeres en el transporte público
Los medios de transporte representan otro espacio donde la posibilidad de ser víctimas de algún tipo de violencia está latente para la mayoría de las mujeres. El 82% de las encuestadas utilizan el colectivo para desplazarse, seguido por el taxi (36%), aunque el uso del colectivo decae significativamente durante la noche, a un 15%. Que sea el medio más utilizado no quita que sea un espacio de desprotección: el 44% de las mujeres fueron acosadas verbalmente por varones mientras esperaban el colectivo y el 6% abusadas físicamente.
Al subir al colectivo, la violencia no cesa: dos de cada diez mujeres dicen haber sido abusadas -con rozamientos y manoseos- y el porcentaje es más alto en Córdoba (37%) y en la Ciudad de Buenos Aires (34%). La mayoría adoptó como método preventivo el acompañamiento de otra persona: ocho de cada diez mujeres prefieren ser acompañadas a las paradas o ser esperadas al bajar.
El segundo medio de transporte más utilizado es el taxi. Pero, ¿cuál es el motivo de la elección? La mayoría lo prefiere por razones de seguridad (59%), por encima de otros motivos, como la comodidad o el ahorro de tiempo. Más allá de que lo consideren más seguro que el colectivo, no implica que estén libres de sufrir violencia en sus viajes: el 53% se mantiene comunicada durante el trayecto e identifica la patente del vehículo.
En lo relativo a las situaciones de inseguridad, el 14% manifestó haber sido acosada y el 74% no hizo la denuncia.
La ley, ¿ampara a las mujeres?
El 20 de marzo, Lucía Cabrera caminaba por la avenida Lacroze, cerca de Chacarita, cuando se dio cuenta de que un taxista la estaba siguiendo, haciéndole gestos y pidiéndole el número de teléfono. Cuando lo iba a enfrentar para decirle “por qué está mal el acoso callejero y el miedo que les genera a las mujeres salir a la calle”, vio a un policía a metros de ella y logró que lo detuvieran y le pidieran la documentación.
El de Lucía se convirtió, tiempo después, en el primer caso de mediación por acoso callejero en la Ciudad de Buenos Aires. Se asesoró con la abogada Greta Galvaño Ter-Akopian, al frente de la organización Libres de Acoso Callejero (LIDA), y denunció al hombre por violencia en el espacio público, que desde el año pasado es una contravención en la Ciudad. En la audiencia, tanto Lucía como su abogada estuvieron de acuerdo en que el hombre hiciera un curso de “Convivencia, diversidad y Derechos Humanos”, entre otras opciones, como una multa de $200 y trabajo comunitario.[/vc_column_text][vc_column_text]Greta Galvano contó a LA NACION que, aunque las mujeres sufren violencia en el espacio público todos los días, son muy pocos los casos que se denuncian: “Es importante que Lucía no sea la única y que todas las mujeres sigan denunciando, porque si queda en un solo caso se pierde la finalidad”. Y sobrayó que “hay mucha desinformación y se desconoce la existencia de esta ley, que está vigente desde mayo de este año. La misma ley dice que se tiene que capacitar a todo el personal administrativo y policial para saber cómo implementarlo y en la realidad no se hizo”.
El 14 de septiembre de este año, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley de la diputada del FPV Diana Conti, que busca incorporar este tipo de agresión a la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres sancionada en 2009. Además, propone añadir en los contenidos mínimos curriculares la perspectiva de género para instar a las fuerzas policiales a actuar en protección de las mujeres víctimas de acoso y crear una línea telefónica gratuita, articulada con las provincias a través de organismos gubernamentales, para “brindar contención y asesoramiento” a quienes lo necesiten. Aún resta el tratamiento del proyecto de ley en el Senado.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]Fuente: La Nación / vm.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]