Los expertos meteorológicos atribuyen esta situación a la presencia de baja presión en distintos niveles de la atmósfera, combinada con corrientes de humedad en altura. Estos factores actuarán como desencadenantes para el desarrollo de núcleos de tormentas eléctricas de verano, con la posibilidad ocasional de caída de granizo.

Las precipitaciones estimadas se sitúan en un rango de 8 a 36 mm, con una probabilidad de precipitación que oscila entre el 10% y el 40%. La probabilidad de nieblas y neblinas se mantiene alta, advirtiendo a los residentes sobre posibles condiciones de visibilidad reducida.

En cuanto a los vientos, se espera que soplen de manera variable, siendo leves en general, pero con ráfagas en momentos previos y durante las tormentas. Las velocidades estarán en el rango de 2 a 14 km/h, con una probabilidad de ráfagas de entre 20 y 40 km/h.

La calidad del aire se mantiene en niveles aceptables, catalogada como buena, proporcionando un alivio en medio de las condiciones climáticas desafiantes.

Las temperaturas también jugarán un papel importante, con una máxima estimada en 32 °C para Apóstoles, aunque la sensación térmica podría llegar a los 38 °C. Por otro lado, la mínima se pronostica en 21 °C en Bernardo de Irigoyen, informó la Dirección de Alerta Temprana.