La mejor época para podar los árboles ornamentales y frutales, arbustos, trepadoras y rosales es el invierno, pero es necesario tener en cuenta algunos aspectos fundamentales.
En las plantas que pierden sus hojas cada año se acumulan en ramas, tallos y raíces, sustancias de reserva que son producidas fundamentalmente por las hojas antes de caer.
Si se cortaran las ramas con hojas antes del otoño, la planta no almacenaría tantas sustancias ricas en energía para desarrollar su nuevo follaje durante el rebrote o para florecer.
Es decir, que a la hora de podar o cortar las ramas se debe tener en cuenta que hay que eliminar las secas o enfermas y las flores marchitas. Se deben elegir aquellas ramas que están en la parte central o interna de la planta o bien que hayan crecido hacia dentro, para que luego le llegue más luz.
De acuerdo con Sergio Ziaurriz, especialista del INTA Villa Regina, (provincia de Río Negro), una poda incorrecta y drástica puede causar que, a fin de recuperarse, la planta busque brotar a expensas de sus reservas lo que provocaría el agotamiento de la planta.
En consecuencia, se limitaría el proceso de fotosíntesis y, con menos alimentos, la planta estaría en un estado de debilitamiento, más vulnerable al ataque de plagas y/o enfermedades, con pocas posibilidades de mantener su copa, su tronco y sus raíces.