“La importancia de estudiar a los animales domésticos y la fauna autóctona reside en que pueden tener el virus, contagiarse de los humanos como ya se ha demostrado, y ser reservorios o posibles transmisores”, explicó a Télam Fernando Rivero, doctor en Ciencias Químicas, líder de uno de los 64 proyectos seleccionados para recibir financiamiento de la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en el marco de la pandemia.
Y si bien resaltó que hasta el momento hay muy pocos casos en el mundo, “cuatro o cinco que muestran que la mayoría de los perros positivos no tienen sintomatología, y los gatos una pequeña sintomatología que resuelven con controles mínimos”, el objetivo será encontrar casos locales -si hubiera- y hacer un seguimiento.
La forma de testear los animales, detalló, es la misma que en humanos: cada especie con su técnica particular para tomar la muestra, se realiza un hisopado y, eventualmente, una muestra de sangre.
“Si llegamos a encontrar animales domésticos que den positivo para el virus se hará el mismo tratamiento que en humanos, aislarlos y hacer un seguimiento con profesionales del Consejo de Veterinarios hasta que resuelvan la enfermedad”, explicó.
Aunque agregó que dentro del proyecto planean evaluar “no sólo animales de personas diagnosticadas positivas para el virus, sino también el entorno, los desechos domiciliarios, los efluentes cloacales y los pozos negros”.
Según detalló, en países como Alemania “se han detectado en las plantas de tratamiento de agua la presencia de virus”.
“Es importante contribuir al control integral del virus para evitar posibles vías nuevas de contaminación que no son tenidas en cuenta hasta el momento porque hoy se aborda principalmente el humano, se realiza la cuarentena, el control, el seguimiento, pero son pocos los controles que se realizan sobre el entorno de la persona que ha dado positivo y nos dirigimos hacia eso”, agregó.
También se explicó en un comunicado, emitido desde la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que estudios realizados en diversos países demostraron la existencia de animales domésticos positivos al SARS-COV-2, al igual que una tigresa del Zoológico del Bronx, en Nueva York, por lo que se consideró de sumo interés evaluar el rol que cumplen los animales como eventuales intermediarios o reservorios, en la transmisión del virus al hombre y viceversa.
Nadia Fuentealba, investigadora del laboratorio de virología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP, explicó que en las muestras positivas que su equipo obtenga se realizará la caracterización molecular mediante secuenciación genómica y se analizarán las secuencias obtenidas.
Además, en el trabajo científico se realizará un monitoreo clínico en aquellos animales que resulten positivos en la detección del virus.
Fuentealba detalló que “la diversidad genética de los coronavirus, debida a la alta frecuencia de mutación y la inestabilidad del Acido ribonucleico (ARN), probablemente esté relacionada con la variedad de hospedadores”.
“Esto hace que los coronavirus sean una preocupación en salud pública por futuros brotes de enfermedades por ‘nuevos’ coronavirus zoonóticos”, advirtió.