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Pasos para hacer una huerta en casa

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En esta oportunidad, te contamos todo lo que tenés que saber para poder tener tu propia huerta.

Pasos para hacer una huerta en casa

Como primera medida, es conveniente plantearse algunas cuestiones con respecto al terreno y las herramientas a que se van a usar.

Terreno

Siempre es mejor ubicar la huerta hacia el norte, de manera que la exposición solar sea buena durante la mayor parte del día. Para permitir la llegada de luz, hay qye evitar que haya árboles o paredones cerca que hagan sombra.

No debe haber piedras a escasa profundidad, porque además impedirá que las raíces de las plantas se desarrollen adecuadamente.

No hay que elegir un lugar en donde haya elementos como latas, plásticos, caños, cables, depósito de basura, debido a que resultan riesgosos para la salud.

Herramientas

Los materiales indispensables son: Palas de punta, azada, rastrillo, palas pequeñas, guantes y una regadera o manguera. Si la huerta es muy grande, es aconsejable contar con carretilla para trasladar los materiales.

Beneficios de la asociación de cultivos

– Aprovechamiento del espacio: Asociando las plantas de crecimiento vertical con otras de crecimiento horizontal, o las de crecimiento rápido con especies de crecimiento lento. Este uso intensivo del suelo ayuda a reducir el crecimiento de malezas.

Aprovechamiento equilibrado de los nutrientes del suelo: Las plantas correctamente asociadas no compiten por los nutrientes, porque consumen distintos materiales y los extraen de distintos lugares. Por ejemplo, las verduras de hoja extraen nitrógeno, mientras que las raíces de mayor profundidad extraen potasio.

– Efectos protectores contra las plagas: Algunas especies actúan como repelente a los insectos mientras que otras hospedan a los que sí benefician a la huerta.

Planificación de la siembra

Con la huerta planificada y diseñada, llega el momento de pasar a la acción en el terreno y se hace en tres etapas: primero delimitaremos la huerta, luego prepararemos los canteros y por último sembraremos.

Delimitar la huerta

Para que el terreno se transforme en una huerta hay que instalar un cerco que delimite su superficie y que impida la entrada de animales. Este cerco también puede servir de apoyo para algunas plantas que necesitan algo fuerte donde treparse o sostenerse, como es el caso de las arvejas o los tomates.

Preparación de canteros

Una vez delimitada la huerta hay que hacer los canteros. En este momento, todas las herramientas deben estar a mano. 

Pasos a seguir

 1     Limpiar el terreno, quitando los yuyos con la azada y retirando los cascotes y los vidrios (siempre usando guantes).

2     Marcar los canteros que diseñamos previamente con estaca e hilo. El ancho máximo será de 1.20m y de los pasillos entre 30 y 40cm.

3      Con la pala de punta, hacer una zanja de 30cm. de ancho y 30cm. de profundidad.

4      Colocamos la tierra de la zanja en la cabecera del cantero.

5     Con la pala de punta, hacemos cortes de aproximadamente 5cm. de panes enteros de tierra, sin dar vuelta el pan, y los colocamos en la zanja anterior. De esta forma trabajamos todo el largo del cantero.

6      Desmenuzamos los terrones grandes de tierra con la azada.

7      Por último, rastrillamos para dejar la superficie pareja y nivelada.

El resultado que deseamos obtener con todo este trabajo es un terreno de consistencia esponjosa y mullida (blando, desagregado). Estas características deben conservarse siempre.

Siembra

Ya con la tierra trabajada, el próximo paso es la siembra, existen principalmente dos tipos: la siembra directa y la siembra en almácigos. 

La siembra directa, a su vez, tiene varios subtipos: “a golpe”: se siembran grupos de 3 a 5 semillas, ya que algunas pueden no germinar. La distancia de siembra depende de cada especie.

“En línea” o “a chorillo”: se marcan líneas o surcos donde se sembrarán;

“Al voleo”: consiste en esparcir las semillas de manera uniforme en una superficie.

Riego

Si el agua no es suficiente, las plantas no se desarrollan normalmente y la producción es menor; las hojas se ponen duras y puede ocurrir que las plantas semillen antes de tiempo. Pero también hay que tener cuidado con el exceso de humedad, porque puede favorecer la aparición de enfermedades y los productos obtenidos serán de mala calidad, menos nutritivos y de mal gusto.

Una cantidad de 3 a 5 litros de agua por metro cuadradro será suficiente para un desarrollo óptimo. También es util observar a diario la humedad de la tierra y evitar hacer charcos en el momento del riego.

En verano debemos regar todos los días, por la tarde y en invierno no hace falta regar tan seguido, y es conveniente hacerlo al mediodía para que las heladas no dañen a las plantas.

Lo importante es seguir los pasos que les sugerimos, pero sobretodo las ganas, la constancia y la dedicación.

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