El agujero de ozono “sin precedentes” por su tamaño y duración detectado en el Ártico se cerró, informó el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF por sus siglas en inglés) en su cuenta de Twitter.
El cierre no está relacionado con la reducción de la contaminación como consecuencia del confinamiento y la suspensión de actividades económicas en muchos países del mundo para prevenir la propagación del covid-19, según Euronews. Sino, que se estima que la desaparición del agujero se debe a una ola de calor que provocó el vórtice polar, las corrientes de gran altitud que normalmente llevan aire frío a las regiones polares, que esta vez se dividió en dos e hizo que las temperaturas en el Ártico fueran hasta 20º C, superiores a las normales para esta época del año.