La casa donde nació y vivió Adolf Hitler durante un breve período será utilizada para la defensa de los derechos humanos: la policía austríaca dispuso la renovación del edificio ubicado en Braunau am Inn, ciudad en la frontera entre Austria y Alemania.
Las obras deberían comenzar en otoño boreal y finalizar en 2025. Durante algún tiempo, el edificio, donde la familia de Hitler vivió durante un breve período, fue el centro de una controversia sobre su uso. La decisión se tomó en base a las recomendaciones de una comisión interdisciplinaria de expertos preocupada por privar al inmueble de su “mítico atractivo para los círculos extremistas”, según aseguró el ministerio en un comunicado.
Los puntos de vista acerca del destino del edificio donde vivió el genocida más recordado de la historia tienen sus diferencias: mientras algunos pretenden derribar el edificio para siempre y, de esta forma, eliminar un punto de referencia para los grupos nazis, otros suponen de esa forma una negación del pasado en el país y en todo el mundo.
El Estado, sin embargo, ya había mostrado intenciones de reformarlo en 2016: Gerlinde Pommer, antigua propietaria del edificio, se negó a cambiar su fisonomía para que dejara de estar asociado a la memoria del dictador. A partir de 2019 el Tribunal Supremo puso fin al asunto al rechazar el recurso de Pommer contra la indemnización de 812 mil euros establecida por la expropiación del inmueble, que la mujer consideró inadecuada.
El edificio de estilo Biedermeier se desprenderá definitivamente de la memoria de Hitler. Mientras tanto, puesta en 1989, una estela frente al edificio permanece intacta: “Por la paz, la libertad y la democracia. No más fascismo, es la advertencia de millones de muertos”.
La casa natal se trató en realidad de un departamento alquilado en la calle Salzburger Vorstadt 15. Este se encuentra ubicado en un edificio de tres plantas, pintado de amarillo pastel. Tras la segunda guerra mundial fue recuperado por los propietarios originales de la vivienda, informó el portal Ámbito.
