En un comunicado, el gobierno señaló que el confinamiento, que empezará el martes próximo, era necesario porque “los hospitales y trabajadores de la salud han estado bajo una presión extrema desde hace semanas”.
Además indicó que “el período festivo incrementa el riesgo de un crecimiento aún más rápido de los casos” por las esperadas reuniones familiares de Navidad y Año Nuevo en pleno invierno en Europa.
El Gobierno dijo además que se limitará la cantidad de personas en los comercios, que deberán cerrar a las 19 los domingos y los días festivos.
Además, autorizó a los 26 cantones o provincias que forman el país que decidan si abren sus centros de esquí.
Esta apertura genera preocupación en algunos países vecinos de Suiza.
El país alpino, de 8,5 millones de habitantes, acumula más de 400.000 contagios de coronavirus y más de 6.500 muertes.