Ecuador terminó de sumergirse este martes en su más severa crisis de seguridad, con la fuga de dos líderes de bandas criminales, ataques explosivos en varias ciudades, incendios de automóviles y motines multiplicados en varias cárceles con retención de agentes penitenciarios. Esta situación llevó al presidente Daniel Noboa a declarar al país en estado de “conflicto armado interno” y ordenar a las Fuerzas Armadas “ejecutar operaciones militares para neutralizar” el accionar de una veintena de organizaciones.

El decreto del gobierno reforma el estado de excepción vigente y reconoce la existencia de un conflicto armado interno, por lo que dispone la movilización e intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía en el territorio ecuatoriano.

Por el hecho, hay al menos diez muertos y varios heridos.

La tensión se agudizó el domingo después de que se reportara la fuga de una prisión de Adolfo Macías “Fito”, líder de una de las bandas criminales ecuatorianas más temidas, Los Choneros.

El lunes, en tanto, se reportaron graves motines en al menos seis cárceles, en los que guardias fueron tomados como rehenes por los prisioneros.

Posteriores a la declaración del estado de excepción, se produjeron varios atentados con explosivos en todo el país y se informó del secuestro de varios policías, a lo que se sumó este martes la irrupción de un grupo de encapuchados armados en el canal TC de Guayaquil.