El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, informó que una misión arqueológica egipcio-alemana, a cargo del arqueólogo Hourig Sourouzian, descubrió los artefactos, que originalmente medían unos 8 metros, medio sumergidos en el agua durante su restauración del templo funerario del faraón Amenhotep III, que los antiguos egipcios llamaban el “Templo de los Millones de Años”.
Las estatuas representan a Amenhotep III en forma de esfinge –una criatura mitológica con cuerpo de león y cabeza humana–, que se conocen como colosos, o estatuas más grandes que la vida, con un tocado de mangosta, una barba real y un amplio collar, según explicó el Ministerio.
Una restauración reveló una inscripción en el pecho de uno de los colosos que decía “el amado de Amón-Re”, una referencia a Amenhotep III.
“Este templo albergaba un gran número de estatuas, maquetas y decoraciones murales, antes de que sufriera un devastador terremoto en el año 1200 a.C.”, dijo a Al-Monitor el egiptólogo Hourig Sourouzian, jefe de la misión arqueológica.
Además, encontraron en el yacimiento tres estatuas casi intactas de Sekhmet, una diosa de la guerra asociada a la curación que a menudo se representa como una parte de león, y los restos de una gran sala con pilares.
La misión arqueológica también descubrió ruinas de columnas y muros en el templo mortuorio que los antiguos egipcios habían decorado con escenas ceremoniales y rituales.
Hourig Sourouzian, jefe de la misión egipcio-alemana, destacó la importancia del descubrimiento, debido a que las esfinges confirman la ubicación del inicio de la vía de la procesión, un lugar fundamental para las ceremonias y las festividades.