Ante de un millón y medio de peregrinos, el papa Francisco presidió este domingo la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, en el último día de su visita a Portugal.
En su homilía, agradeció a los jóvenes su participación en el festival, calificándolos de “esperanza de un mundo diferente”. También recordó las palabras del papa san Juan Pablo II en su primera JMJ: “Son los jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: ‘No tengan miedo’”.
Además, el pontífice salió antes de lo previsto para recorrer el campo en su papamóvil, continuando con las improvisaciones que han caracterizado su viaje.
Al final de la misa anunció que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Seúl en 2027 y afirmó que ” desde la frontera occidental de Europa se trasladara al lejano oriente y estos es símbolo de la universalidad de la Iglesia”.