Una imagen del satélite Aqua de la NASA captó desde el espacio el misterioso patrón de ondas concéntricas que apareció sobre el volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, el fin de semana.
La erupción no fue lo suficientemente enérgica como para inyectar grandes cantidades de cenizas y gases en la estratósfera, donde pueden tener efectos fuertes y duraderos en el clima. Sin embargo, ha sido lo suficientemente fuerte como para generar una columna creciente de emisiones que ayudó a formar el patrón notable en las nubes que el instrumento MODIS del satélite Aqua tomó el 1 de octubre, según informó la NASA.
La nube en forma de diana fue el producto de una columna ascendente de cenizas y gases sobrecalentados conocida como columna de erupción. La flotante columna de vapor de agua y otros gases se elevó rápidamente hacia arriba hasta chocar con una capa de aire más seca y cálida a aproximadamente 5,3 kilómetros de altitud, según INVOLCAN.
El aire inusualmente cálido de arriba –una inversión de temperatura– funcionaba como una tapa, evitando que la columna volcánica se elevara más. Sin embargo, se aplanó y se extendió horizontalmente.
El proceso es similar a la forma en que una piedra que cae en una laguna y crea ondas que se extienden hacia afuera.