Cuando el féretro de Isabel II llegue a Wellington Arch, el cuerpo será sacado del carro de armas y colocado en un coche fúnebre para recorrer, de esta manera, la parte final de su recorrido, concretamente las últimas 25 millas hasta el Castillo de Windsor.
Al llegar a Windsor, a unos 30 kilómetros de distancia, el coche fúnebre se dirigirá a la capilla de San Jorge a través de la avenida que atraviesa los terrenos del castillo.
Tras un servicio religioso a las 16 (12 en la Argentina) con 800 invitados, tendrá lugar una última ceremonia privada en la que sólo estarán presentes los miembros más cercanos de la familia real, tras la cual la reina será enterrada, a las 19.30 (15.30 en la Argentina).
El féretro de la reina será inhumado en la capilla del rey Jorge VI, donde se hallaron los restos de su padre y su madre, así como las cenizas de su hermana, la princesa Margarita.
Los restos del príncipe Felipe, que actualmente reposan en el panteón real, serán trasladados a la capilla para reunirse con los de su esposa.