Italia quiere repoblarse con los hijos de los inmigrantes que alguna vez se fueron a hacer la América u a otras latitudes.
Por eso, la Associazione Unione Italo Discendenti nel Mondo (UID) y la Casa Calabria, la Universidad de Calabria (Unical) y el municipio calabrés de Maida, lanzaron en conjunto un proyecto que busca tentar a los ítalo-descendientes para que regresen a la madre patria de sus antepasados y, sobre todo para que se queden en Italia.
Las autoridades calabresas ven en estos descendientes una fuerza con gran potencial para repoblar el sur de Italia. Para atraerlos, dispusieron una serie de medidas que van desde el apoyo a la reconstrucción de la ciudadanía hasta la búsqueda de trabajo, el alojamiento, e inclusive, revalidar títulos universitarios, si fuera necesario.
Este proyecto pionero se realiza con el municipio de Maida, en la provincia de Catanzaro, Región de Calabria, como punta de lanza, donde viven unos 4.600 habitantes.
Maida fue construyéndose sobre una colina y su nombre se hizo célebre gracias a una batalla entre Francia e Inglaterra a principios del siglo XIX. También porque de allí partieron hacia Estados Unidos los ancestros del periodista norteamericano Gay Talese, uno de los padres del “nuevo periodismo”.
La necesidad de repoblar
“Italia necesita a sus ítalo-descendientes, y a los italianos en el mundo” -dijo a la agencia italiana ANSA Andrea Pacia, presidente de la UID-
Argumentó que Italia es un país envejecido, y tras la pandemia todo cambió completamente. “Pero es preciso crear las condiciones para el regreso: tenemos 21 millones de ítalo-descendientes en la Argentina, 42 millones en Brasil, podemos prácticamente rejuvenecer a Italia cuando queramos”, expresó.
“El proyecto de invitación a repoblar pueblos y pequeños municipios, y en particular el tema del ingreso a Italia de las generaciones de descendientes de italianos, sobre todo de las áreas en crisis de América Central y del Sur, o más en general con un desarrollo inferior al nuestro, evalúa los principales límites y obstáculos a su integración“, detalla un informe sobre la situación de los ítalo-descendientes en el mundo, elaborado por UID.
“Italia necesita a sus ítalo-descendientes, y a los italianos en el mundo”, agregan.
Los principales obstáculos que la Asociación identifica son el escaso o nulo conocimiento de la lengua y la cultura italianas; la fuga hacia otros países de Europa luego de que los italo descendientes hayan obtenido la ciudadanía de sus ancestros; y la preferencia que, por cuestiones socioeconómicas, los hijos de inmigrantes tienen por las ciudades del norte, en vez de dirigirse hacia las regiones del sur y sus islas.
Entre 1998 y 2006 se efectuaron 600.000 actas de ciudadanía italiana por descendencia: de ellas el 40% en Argentina, el 20% en Brasil y, en Francia (54% del total del continente europeo) y en Suiza (25%).
El 40% de los trámites de ciudadanía que recibe Italia proviene de Argentina, en donde vive 21 millones de ítalo-descendientes.