El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este jueves su dimisión luego de que una avalancha de renuncias en su Ejecutivo por varios escándalos éticos hiciera evidente que ya no tenía el apoyo de su Partido Conservador y era incapaz de gobernar.
Luego de aferrarse al cargo durante dos días, el dirigente que sacó al Reino Unido de la Unión Europea (UE) y que lo condujo durante la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania admitió que su partido ya no lo quería como líder.
“Está claro que la voluntad del Partido Conservador de que debería haber un nuevo líder del partido y por lo tanto un nuevo primer ministro”, dijo Johnson, que asumió hace casi tres años, en una breve declaración frente a su residencia oficial en Londres.
El político de 58 años, sin embargo, dijo que renunciaba como líder conservador de manera inmediata, pero que seguirá como premier hasta que su partido elija a su sucesor y agregó que la semana próxima se anunciará el cronograma de ese proceso.
Varios diputados oficialistas, sin embargo, dijeron que debía irse lo más pronto posible para evitar una parálisis política, mientras que el opositor Partido Laborista consideró que tratará de derribarlo con una votación de censura en el Parlamento si no deja el cargo.
Johnson “se tiene que ir, no puede seguir aferrándose” al puesto, dijo el líder laborista Keri Starmer.
“Su propio partido decidió que ya es hora, así que no puede imponer a Johnson al país unos meses más. El laborismo presentará, en el interés nacional, una moción de censura, porque esto no puede continuar”, agregó en declaraciones a la cadena BBC.
Una de las figuras del Partido Conservador, el ex primer ministro John Major, fue uno de los que pidió la salida inmediata de Johnson y dijo que se trata de una situación “insostenible”.
“Por el bien del país, Johnson no debe permanecer en Downing Street (…) más tiempo del necesario”, afirmó en una carta a los responsables de la organización, en la que sugirió que el vice primer ministro Dominic Raab actúe como jefe de gobierno interino.
“Necesitamos calma y unidad ahora y seguir gobernando hasta que sea designado un nuevo jefe de partido”, afirmó por su parte la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, en un tuit desde Indonesia, donde participa en una reunión de cancilleres del G20, consignó la agencia de noticias AFP.
Entre tanto, Johnson le dijo a su gabinete que su Gobierno no implementará políticas nuevas ni grandes cambios, sino que se ceñirá a la agenda por la que fue elegido, y que las decisiones fiscales de política fiscal le corresponderán a su sucesor.
Entre los posibles candidatos a reemplazar a Johnson destacan los exministros de Salud Sajid Javid y Finanzas Rishi Sunak; la canciller Liz Truss y el ministro de Defensa, Ben Wallace.
Se espera que el Partido Conservador elija un nuevo líder en octubre. Quien resulte designado debería ocupar el cargo hasta las próximas elecciones generales de 2024.
La caída en desgracia de Johnson llegó luego de que la semana pasada estallara otro de los tantos escándalos que lo tuvo como protagonista y al que no pudo sobrevivir: la promoción de un diputado a sabiendas de acusaciones en su contra de acoso sexual.
El premier, en el poder desde julio de 2019, había rechazado el pasado miércoles llamados a renunciar de integrantes de su propio gabinete, pese a la dimisión de decenas de miembros de su Ejecutivo -una cifra que este jueves llegó a 60, incluyendo a cinco ministros- en 48 horas.
Finalmente decidió dar un paso al costado luego de que uno de sus aliados más cercanos dentro del partido, el ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, le pidiera públicamente renunciar por el bien del país.
“Primer Ministro: esto no es sostenible y se hará peor, para usted, para el Partido Conservador y, más importante, para todo el país”, dijo Zahawi en una carta dirigida a Johnson.
“Usted debe hacer lo correcto e irse ahora”, agregó Zahawi, que había sido nombrado ministro el lunes pasado luego de la renuncia de su predecesor Sunak.
En una muestra de su determinación a seguir al frente del Gobierno, Johnson dijo este jueves que había nombrado a varios ministros para reemplazar a otros que renunciaron descontentos con su gestión de los escándalos.
Se espera que el Partido Conservador elija un nuevo líder en octubre.
Johnson dijo también que demoró su decisión porque sentía que era su obligación seguir adelante y cumplir con el mandato de gobernar que le dieron los votantes para resolver los problemas de la gente.
Agregó que intentó persuadir a colegas conservadores de que su renuncia no era la mejor salida, pero que sus argumentos no pudieron superar un “instinto de rebaño” entre la bancada parlamentaria de su partido.
El diputado conservador Bernard Jenkin dijo este jueves que el pasado miércoles se reunió con Johnson y le aconsejó dimitir.
“Le dije: ‘Mirá, ahora solo queda ver cuándo te vas, y cómo te vas. Podés irte con algo de dignidad o podés ser echado como Donald Trump, aferrándote al poder y fingiendo que ha ganado una elección que ha perdido'”, dijo Jenkin a BBC.
Johnson logró permanecer en el cargo casi tres años pese a acusaciones de cercanía a donantes del partido, a que protegía a funcionarios de su entorno denunciados por malos tratos o corrupción, de que engañó al Parlamento y a la ciudadanía sobre fiestas celebradas en su residencia oficial durante el confinamiento por coronavirus, informó el portal Télam.