Un grupo de 43 mujeres, todas ex-empleadas de la organización religiosa Opus Dei, presentaron una denuncia en el Vaticano por presunta explotación laboral y abusos de poder y de conciencia.
Son ciudadanas argentinas y paraguayas que trabajaron para el movimiento en Argentina, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Italia y Kazajistán entre 1974 y 2015, y sostienen que nunca fueron pagadas por un día de trabajo en la organización.
El relato de las denunciantes coincide en que las fueron a buscar a sus casas, la mayoría en pueblos rurales de provincias del norte y el litoral de Argentina y de Paraguay; que casi siempre iba una mujer de la organización con un sacerdote y que nunca les hablaron de vocación religiosa. Lo que les prometían era que las iban a llevar a una escuela a estudiar.
Según el reclamo, las condiciones del trabajo eran “remuneración inexistente y sin alta en el régimen de Seguridad Social, jornadas laborales ilimitadas, que se extendían más de 12 horas, con periodos de descanso breves y limitados a las horas de comer y rezar, sin documentación personal o con retención de la misma y otras vulneraciones de derechos básicos”.
La denuncia ingresó al Vaticano el 7 de septiembre del 2021.
Según trascendidos, unas de las testimoniantes, Lucía Giménez, de 56 años, cuenta su experiencia cuando se unió al grupo católico conservador en su Paraguay natal, en dónde, en vez de recibir una formación de matemáticas o historia, se formó en cocina, limpieza y otras tareas domésticas para servir en centros, residencias y hogares de ancianos del Opus Dei.
En el reclamo, alegan que eran menores de edad en ese momento, trabajaban en “condiciones manifiestamente ilegales: remuneración inexistente y sin registro en el sistema de seguridad social; jornadas de trabajo ilimitadas que duraban más de 12 horas con breves periodos de descanso limitados a las horas de comer y rezar; ausencia de documentación personal o de su retención; y otras violaciones de derechos básicos”.
Hasta el momento, la Opus Dei no parece reconocer estos tesitmonios.