Desde fines de octubre se multiplican los casos de enfermedades respiratorias y brotes de neumonía infantil China, especialmente en el norte del país. El primer organismo en alertar sobre este fenómeno fue el sistema de vigilancia ProMed (que resultó clave en diciembre de 2019 para alertar sobre el estallido del coronavirus). En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó su preocupación y pidió a las autoridades chinas “información detallada” sobre el brote epidemiológico, al tiempo que emitió una serie de recomendaciones preventivas.
ProMed, el servicio que monitorea los brotes de enfermedades en todo el mundo de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas, notificó sobre una epidemia de “neumonía no diagnosticada” en grupos de niños que estaba concentrada en lugares como Pekín o la provincia de Liaoning.
La respuesta de los funcionarios de salud chinos en conferencia de prensa fue que el país estaba pasando por un pico de enfermedades respiratorias estacionales (como la mencionada neumonía, la influenza -siendo actualmente la cepa dominante la H3N2- o un repunte de casos de Covid), pero no a un nuevo agente desconocido, como ocurrió al inicio de la pandemia del coronavirus.
