Los líderes mundiales y los negociadores climáticos se reúnen en la COP26 (“Conferencia de las Partes”) centrada en el clima en Glasgow, Escocia, desde 31 de octubre por dos semanas.
Allí, trabajarán para elaborar estrategias que aborden los problemas cada vez más evidentes y mortales que plantea el cambio climático.
Los anfitriones de la reunión, Reino Unido e Italia, instarán a los países participantes para que produzcan planes precisos que podrían evitar que el planeta se caliente a más de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit), un paso que los científicos advierten que tendrá consecuencias aún más devastadoras que las que están ocurriendo en este momento.
Esta COP llega en un momento simbólico crítico, un año después de que fuera pospuesta debido a la pandemia de COVID-19.
¿Qué es lo que está en juego?
Los gases de efecto invernadero, principalmente las emisiones de desechos de los seres humanos que queman combustibles fósiles, se están acumulando en la atmósfera y provocan el calentamiento del planeta.
El planeta ya se ha calentado más de 1 °C (1,8 °F) desde el período preindustrial en el siglo XIX, agravando eventos climáticos extremos: olas de calor más calientes, sequías más severas y cascadas de cambios (aumento del nivel del mar, por ejemplo) que son irreversibles en escalas de tiempo humanas.
Según el informe, cada 0,1 °C de calentamiento adicional tiene impactos claros y agravantes. En el informe del IPCC, los científicos demostraron que 2 °C de calentamiento tendrían impactos exponencialmente más drásticos que 1,5 °C. Ya, las olas de calor más intensas (las que solían ocurrir en promedio cada 50 años) son cinco veces más probables.
La solución definitivo-según señalaron- es dejar de emitir combustibles fósiles y otros gases de efecto invernadero que calientan el planeta mientras nos adaptamos a los inevitables impactos que ya se han puesto en marcha.
El IPCC presentó el “presupuesto de carbono” restante: la cantidad de carbono que aún puede pasar a la atmósfera mientras se mantiene el calentamiento general por debajo de los umbrales de 1,5 °C o 2 °C.
Los números son extremos: para tener un 50 por ciento de posibilidades de mantenerse por debajo de 1,5 °C de calentamiento, las emisiones de dióxido de carbono más allá del 2020 deben limitarse a 500 mil millones de toneladas, aproximadamente 12 años de emisiones al ritmo actual.