SUDÁFRICA. La provincia KwaZulu-Natal, fue declarada este jueves en “estado de desastre” por sus autoridades, después de las recientes protestas violentas por el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, que dejaron más de 300 muertos.
Con esta categoría, explicó el primer ministro local, Sihle Zikalala, el Gobierno regional podrá rearmar el presupuesto y destinar cifras para reconstruir la infraestructura dañada y abordar mejor la tensión racial que se produjo.
De acuerdo a lo señalado por el mandatario, los daños materiales ocasionados por los enfrentamientos con la policía y los saqueos requerirán una inversión equivalente a más de 3.400 millones de dólares.
Los saqueos y destrucción de más de 120 farmacias privadas de la provincia provocaron la pérdida de 47 mil dosis anticovid aunque, de acuerdo a lo informado por el Gobierno, la campaña no se detuvo debido a que “la mayoría de los sitios de vacunación públicos no sufrieron daños”.
Sin embargo, las autoridades elevaron la alerta por el destino que puedan llegar a tener los miles de medicamentos que fueron sustraídos de esos comercios.
KwaZulu-Natal y la provincia vecina Gauteng registraron los peores episodios de la ola de violencia que sacudió a Sudáfrica en las últimas semanas. Las movilizaciones, que comenzaron para protestar por el arresto de Zuma por desacato, tras negarse a declarar varias veces por un caso de corrupción, pronto derivaron en disturbios, saqueos y vandalismo, y dejaron más de 300 muertos y pérdidas económicas millonarias.
