Las autoridades italianas informaron que al menos 60 personas murieron y 80 sobrevivieron luego de que la embarcación en la que se transportaban naufragara en el sur de Italia. Los afectados provenían de países como Afganistán, Irán y Pakistán, en un intento por refugiarse en Europa. La primera ministra Giorgia Meloni prometió acciones contra la migración irregular.
Decenas de cadáveres dispersos a lo largo de una playa de la costa del sur de Italia. Es el escenario de una nueva tragedia marcada por el intento de miles de refugiarse en Europa, tras huir de países de África, Asia y Oriente Medio.
Las autoridades encontraron al menos 60 personas muertas y 80 sobrevivientes luego de que naufragara la embarcación en la que intentaban llegar a territorio italiano.
Sin embargo, no se descarta que el número de fallecidos aumente. Entre las víctimas mortales se encuentran varios niños, incluido un recién nacido.
Provenían de países como Afganistán, Irán y Pakistán, naciones sumergidas en conflictos, violencia y condiciones precarias.
El fatídico hundimiento se produjo cuando el frágil bote de pesca en el que se trasladaban chocó contra unas rocas y la barca se partió por la mitad, según el relato que entregaron los equipos de salvamento.
“Rezo por cada uno de ellos, por los desaparecidos y por los demás migrantes supervivientes”, remarcó el papa Francisco este domingo 26 de febrero, tras conocer lo ocurrido.
Los hechos se produjeron cerca del balneario de Steccato di Cutro, en la costa este de Calabria, la región que forma la punta de la bota de Italia.