En medio de un fuerte operativo oficial, los vecinos de Ramos Mejía marchan para reclamar seguridad. La movilización va desde el kiosco donde una pareja de ladrones asesinó Roberto Sabo hasta a comisaría segunda. Los manifestantes intentan llegar a la sede policial, pero un vallado y un cordón de oficiales se lo impide. Hay tensión, aplausos, gritos y empujones.
La convocatoria se hizo mediante redes sociales y es multitudinaria. Los vecinos se manifiestan de forma pacífica y se escuchan cantos contra las autoridades municipales, provinciales y nacionales.
“Un hijo de puta me sacó a mi papá. Me quiero ir del país”, dijo uno de los hijos del kiosquero asesinado en Ramos Mejía. Además, recordó cómo era Roberto Sabo: “Todos los días venía a laburar, de domingo a domingo, hace más de 25 años”.
“Lo mataron por laburar”: dijo Nicolás, otro de los hijos de Roberto. El joven contó que su abuela le aconsejó que cierre el kiosco o que lo venda. Nicolás contó que todos los días temen por la inseguridad que se vive en el barrio y afirmó que tiene miedo “de ir a trabajar”.
El hijo de Sabo contó que el deseo de su padre era que sus cenizas descansen en el Monumental, informó el portal TN.
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