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Dolor y bronca en la despedida al kiosquero asesinado en Buenos Aires

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Pedro, padre de Roberto Sabo, expresó su indignación durante el sepelio de su hijo.

Dolor y bronca en la despedida al kiosquero asesinado en Buenos Aires
Foto vía Martín Bonetto/Clarín

Roberto Sabo, kiosquero asesinado en Ramos Mejía el domingo, es velado este martes por la tarde en una ceremonia en Morón a la que asisten amigos y familiares. Pedro, su papá, expresó su indignación por la ola de delitos: “Esto pasó hace unas horas y siguen matando gente”.

“Hoy me enteré que asaltaron a una mujer para robarle el auto y no la mataron porque no salió la bala”, dijo el hombre. Y agregó: “A la vuelta están robando y ni se enteran”.

Pedro Sabo contó que Sergio Berni lo visitó en su casa. “Algunas cosas coincido con él; otras no. Pero por lo nenos dio la cara. Le pedimos que pusiera seguridad en el local”, remarcó, y aclaró que no recibió conunicación de parte del gobernador bonaerense, Axel Kicillof; ni del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, informó el portal TN.

El último adiós al comerciante, de 48 años y muerto a balazos por delincuentes en un asalto, se realiza a partir de las 17 en la casa velatoria Pache, situada en Eva Perón 1122.

“Sé que muchos son clientes y lo querían mucho. El que quiera pasar a despedirlo y dejarle un mensaje es más que bienvenido”, señaló Nicolás, hijo de Roberto Sabo, en una nota difundida a través de las redes sociales.

Los primeros en arribar a la casa velatoria fueron los familiares directos de Sabo: sus hijos, esposa, ex, padres y hermana. Con el correr de la tarde se fueron acercando algunos amigos y vecinos. Y también dijo presente Juan Carlos Blumberg, padre de Axel, joven secuestrado y posteriormente asesinado en 2004.

La cochería donde despiden los restos de Sabo está ubicada a pocos metros del cementerio donde desde el miércoles por la mañana descansarán sus restos.

Mientras tanto, vecinos y clientes se acercaron al comercio y dejaron diversos mensajes colgados junto a la persiana baja.

“Justicia por Roberto”, se repetía en varios carteles. “Roberto Sabo, condenado a muerte. Delito: trabajar”, señalaba otro. “Morir por trabajar: ¿hasta cuándo?”, se preguntaba uno más. Otros contenían mensajes con insultos y pedidos de renuncia para Fernando Espinoza, intendente de La Matanza.

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