
El jefe militar dispuso para el jueves el desplazamiento de efectivos para ocupar los puestos más alejados en distintos puntos del país, y el viernes lo harán el resto de los militares, de Gendarmería y Prefectura Naval y policías provinciales, que se ocuparán de la vigilancia de alrededor de 14.000 locales en los que funcionarán las mesas receptoras de votos, y de las sedes para el procesamiento de datos que se utilizarán en el recuento, y que serán custodiados por los uniformados.
Está previsto la ocupación de alrededor de 5.500 vehículos, doce helicópteros, un avión Hércules C-130, que fue sometido a un plan de mantenimiento, modernización y digitalización (realizado por primera vez íntegramente en la Fábrica de Aviones de la provincia de Córdoba); más 14 embarcaciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Los efectivos militares y de seguridad tendrán además a su cargo la vigilancia de las sedes de los juzgados federales con competencia electoral y las juntas nacionales de cada distrito, así como la custodia de las urnas, la documentación durante su transporte y hasta la finalización del escrutinio definitivo de cada distrito.