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El gesto viral de una jubilada y la respuesta de Alberto Fernández

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Ana María perdió a su pareja en 2020 y no lo pudo despedir por las restricciones, por este motivo, la mujer esperó el paso del vehículo del presidente para expresarse tras la polémica por las celebraciones en Olivos.

El gesto viral de una jubilada y la respuesta de Alberto Fernández

BUENOS AIRES. El video en el que se ve a una señora saludando al Presidente con “el dedo del medio” se volvió viral en poco tiempo por redes sociales. Pero detrás del gesto estaba la historia de una jubilada que expresó su indignación por las fotos y video de la fiesta en la Quinta de Olivos.

Tras el gesto de la jubilada, según se puede ver en las imágenes virales, el presidente no se inmuta y saluda igual: “Cuidate, te quiero mucho”, le responde. Y Ana María le replica sin bajar su dedo “yo también”.

La mujer que vive en la localidad bonaerense de San Martín explicó que “no quería faltarle el respeto” a Alberto Fernández, sino que reaccionó “desde el dolor”.

Ana María contó que hace casi un año atrás, tuvo que internar a su marido, quien falleció pocos días después. La jubilada relató que lo llevó al hospital, donde lo sentaron en una silla de ruedas con una máscara de oxígeno “y chau, no lo vi más”, recordó.

“Lo hice con un dolor del alma y corazón… Desde mi dolor hice esa expresión hacia el señor presidente. No le quise faltar el respeto, fue mi dolor”, explicó una y otra vez la mujer.

“A mi esposo lo interné el 1º de septiembre y no lo vi más. El 10 falleció sin que yo pueda comunicarme con él”, agregó Ana María con un claro tono de dolor, indignación e incredulidad por lo que le tocó atravesar.

En el video, se puede ver como a Alberto Fernández cuando pasaba en una camioneta por San Martín, Ana María en la vereda. En ese momento, ella lo miró a los ojos mientras él saludaba por la ventana le hizo el famoso gesto de “fuck you”, con la mano cerrada y el dedo mayor apuntando al cielo.

“Te quiero mucho”, fue la respuesta que recibió y ella retrucó irónicamente: “Sí, yo también”. De fondo, se escuchaba las risas y la sorpresa de los vecinos.

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