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El recuerdo de Eva Perón a 71 años de su fallecimiento

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El 26 de julio de 1952 falleció María Eva Duarte de Perón. Su muerte, a los 33 años, produjo una gran conjuga en mayoría del pueblo argentino, a quien la llamaban cariñosamente “Evita”.

El recuerdo de Eva Perón a 71 años de su fallecimiento
Foto: AFP

Popularmente conocida como “Evita” y la “abanderada de los humildes”, María Eva Duarte nació en la localidad bonaerense de Los Toldos el 17 de mayo de 1919.  Siendo muy joven se traslada a la gran ciudad donde desarrolló su actividad como actriz de radioteatro y cine, actividad que abandonó para dedicarse de lleno a la actividad social, en su rol como primera dama, tras la asunción de Juan Domingo Perón en 1946.

Presidió la Fundación Eva Perón, mediante la cual construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones. Además difundió el deporte entre los niños mediante campeonatos que abarcaron todo el país, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas.

En 1947 impulsó y consiguió la sanción de la Ley de sufragio Femenino.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino y en 1951, debido a las primeras elecciones presidenciales con sufragio universal, el movimiento obrero propuso a Evita como compañera de fórmula de Perón. Renunció a la candidatura el 31 de agosto, debido a las presiones de algunos grupos y a su estado de salud: le diagnosticaron cáncer de cuello de útero, enfermedad que acabó con su vida el 26 de julio de 1952, a los 33 años.

En su corta vida dejó frases que son recordadas que se encuentran en su libro “La razón de mi vida”. A continuación, algunas de ellas

  • Desde que yo me acuerdo cada injusticia me hace doler el alma como si me clavase algo en ella. De cada edad guardo el recuerdo de alguna injusticia que me sublevó desgarrándome íntimamente”.
  • Los síntomas de la injusticia social en que vivía nuestra Patria se me aparecían entonces a cada paso; en cada recodo del camino; y me acorralaban en cualquier parte y todos los días.
  • Todos, o casi todos, tenemos en la vida un “día maravilloso”. Para mí, fue el día en que mi vida coincidió con la vida de Perón.
  • Yo no estuve en la cárcel con él; pero aquellos ocho días me duelen todavía; y más, mucho más, que si los hubiese podido pasar en su compañía, compartiendo su angustia
  • Desde aquel día pienso que no debe ser muy difícil morir por una causa que se ama. O simplemente: morir por amor.
  • Yo elegí ser “Evita”… para que por mi intermedio el pueblo y sobre todos los trabajadores, encontrasen siempre libre el camino de su Líder.
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