La cartera educativa anunció que el estudio “incluye una encuesta a 30.000 directivos y docentes de todo el país” y también “serán consultadas 2.800 familias sobre las actividades realizadas desde sus casas durante el período de aislamiento” que comenzó el 20 de marzo pasado.
Algunos de los aspectos a evaluarse serán: las prácticas pedagógicas desarrolladas, las decisiones didácticas que se tomaron, los canales de comunicación utilizados, el tipo de actividades más frecuentes y los materiales o recursos implementados. También se registrará en los establecimientos que mantuvieron activos los servicios de alimentación.
La Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica fue aprobada por el Consejo Federal de Educación para “brindar evidencias para la toma de decisiones, la planificación del retorno a clases y la reorganización de las actividades educativas, en el marco de la responsabilidad que tiene el Estado Nacional y los Estados jurisdiccionales para garantizar el derecho a la educación”.