Enrique Gabriel Pana (26) fue condenado a cuatro años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para conducir, tras ser hallado culpable de la muerte de Víctor Gabriel González-hijo de la cantante posadeña Vanessa Avellaneda- y Juan Gabriel Mendoza.
Cabe recordar que el 3 de junio de 2018, Pana conducía un Chevrolet Agile por la ruta 105 en sentido Apóstoles-Posadas y atropelló a Juan Gabriel Mendoza y Víctor Gabriel González, ambos de 19 años, quienes caminaban por la banquina empujando una motocicleta.
Este lunes 30 de mayo y, a pocos días de cumplirse 5 años del hecho, en el Juzgado Correccional y de Menores Uno de Posadas finalizó el juicio oral que determinó la condena de Pana, que fue hallado responsable de “homicidio culposo agravado”. Posteriormente, fue trasladado al penal de Loreto.
Casi cinco años de espera
Quien se habló del tema, fue Vanesa Avellaneda, la madre de Víctor González, en diálogo con el programa Turno Mañana que se emite por MisionesCuatro.
“No le deseo a nadie toda esta tormenta, la primera vez que entro en la sala de un juicio porque lo había visto en películas. Segundo, se cumple cinco años de la muerte de los chicos”, expresó la cantante.
En esa línea agregó: “la idea también es de no de no quedar en silencio después que pasó todo esto, primero, porque le puede servir y ayudar a todos aquellos casos que quedaron impunes, que por ahí, puede sumar”.
“Hay que seguir, pero yo necesitaba cerrar ese ciclo. Fue horrible, estar en el juicio. Fueron dos cosas peores, primero, que es irreparable para siempre, esto es insuperable la muerte de Víctor y, segundo, estar en un juicio, revivir todos los momentos”, declaró.
“Tardaron los años, pero ayudó muchísimo, que por ahí la espera a veces vale la pena, te hacen cumplir las leyes y estoy agradecida con la justicia misionera, porque bueno las leyes están así”, afirmó.
Por otra parte, contó que pudo hablar con Pana y que le pidió perdón: “antes de la sentencia él le pide a su abogado para hablar conmigo, pidió perdón porque no lo hizo a propósito. Fue como unas palabras de arrepentimiento y creo que me sentí mejor después de decirle muchas cosas, entre esas de que éramos tres familias, la familia del Pana que estaban del otro lado y estábamos todos juntos en la sala. Entonces le digo, ‘estábamos tres familias y de las cuales hay una gran diferencia, gigante le dije que vos estás vivo, nuestros hijos están muertos, no soy nadie para juzgarte, el que perdone es Dios, yo te disculpo’, le dije, con la mano en el corazón, porque de verdad, es una familia también, somos seres humanos, no podés andar por la vida odiando”, expresó Avellaneda.
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