[vc_row][vc_column][vc_column_text]Chubut, La Pampa, Catamarca y Tucumán tienen un denominador común: calles anegadas, barrios aislados y familias que lo perdieron todo. La situación más grave se vive en Comodoro Rivadavia donde volvió a llover copiosamente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”98612″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Más de 4.500 personas debieron ser evacuadas en Chubut, La Pampa, Catamarca y Tucumán a raíz de las tormentas que castigan a esas provincias desde hace varios días y la situación más grave se vive en Comodoro Rivadavia donde volvió a llover copiosamente y las calles se trasformaron en ríos, a la vez que el barro ingresó a las viviendas.
Calles y avenidas convertidas en zanjas donde fluyen correntadas de agua, servicios colapsados, anegamiento y destrucción de viviendas, junto a localidades y barrios aislados por la virtual desaparición de los caminos, es el denominador común en las cuatro provincias, en donde los autoevacuados superan los 5.000.
En Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, llueve copiosamente desde las 8 y las avenidas y calles volvieron a transformarse en zanjas, en donde el agua que baja con fuerza de los cerros que la circundan, arrastra todo a su paso.
Durante una recorrida efectuada por Télam en diversos barrios, los vecinos mostraron su desesperación por tratar de canalizar el agua hacia afuera de sus viviendas, mientras que otros, aún bajo la lluvia, permanecían en precarias carpas para evitar los robos de sus pertenencias.
Máquinas retroexcavadoras de la municipalidad ayudan a volver a sacar el barro de las viviendas y trasladan en sus palas los muebles de los vecinos a un lugar seguro.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”98613″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En tanto, esas mismas máquinas llevan en sus palas a los vecinos que no pueden salir de sus viviendas a raíz de la correntada de agua que fluye por las calles.
En el barrio Saavedra, la avenida Fray Luis Beltrán se convirtió en una zanja y los vecinos intentaban con sus autos ir a los supermercados para adquirir los pocos víveres que quedan y así poder quedarse dentro de sus casas.
En el barrio San Cayetano, grupos de vecinos junto a obreros de la Uocra y del sindicato de petroleros, trabajaban para remover el barro de las viviendas y que la correntada se canalice hacia la parte posterior del barrio.
Julio Albornoz, vecino de ese barrio dijo a Télam: “Estamos desesperados, luchamos para que el cauce del agua no crezca y que no se incremente el metro treinta de agua y barro que ya tenemos en las casas”.
“Acá hay vecinos que están sin dormir desde hace dos días dentro de precarias carpas que hicieron con bolsas de nylon y palos y apoyando su cabeza en un cajón de cerveza para que no les roben lo poco que les queda”, dijo a Télam Albornoz.
Efectivos de la novena brigada del Ejército intensificaban su labor en el predio ferial donde quedó instalado el centro de acopio que centraliza y distribuye la ayuda a los lugares de evacuación
Las lluvias comenzaron a las 2.30 de la madrugada, se interrumpieron a las 5 y se reanudaron en forma intensa a partir de las 8, mientras que se prevé que continuará cayendo abundante agua hasta la noche.
En el barrio Caleta Córdova, uno de los más afectados, el temporal se llevó los caminos vecinales y los habitantes estaban impedidos de salir, por lo que efectivos del Ejército tuvieron que colocar caños y tierra en forma provisoria, en un procedimiento denominado “diafragma”, para poder restablecer los accesos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”98614″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En tanto, esas mismas máquinas llevan en sus palas a los vecinos que no pueden salir de sus viviendas a raíz de la correntada de agua que fluye por las calles.
En el barrio Saavedra, la avenida Fray Luis Beltrán se convirtió en una zanja y los vecinos intentaban con sus autos ir a los supermercados para adquirir los pocos víveres que quedan y así poder quedarse dentro de sus casas.
En el barrio San Cayetano, grupos de vecinos junto a obreros de la Uocra y del sindicato de petroleros, trabajaban para remover el barro de las viviendas y que la correntada se canalice hacia la parte posterior del barrio.
Julio Albornoz, vecino de ese barrio dijo a Télam: “Estamos desesperados, luchamos para que el cauce del agua no crezca y que no se incremente el metro treinta de agua y barro que ya tenemos en las casas”.
“Acá hay vecinos que están sin dormir desde hace dos días dentro de precarias carpas que hicieron con bolsas de nylon y palos y apoyando su cabeza en un cajón de cerveza para que no les roben lo poco que les queda”, dijo a Télam Albornoz.
Efectivos de la novena brigada del Ejército intensificaban su labor en el predio ferial donde quedó instalado el centro de acopio que centraliza y distribuye la ayuda a los lugares de evacuación
Las lluvias comenzaron a las 2.30 de la madrugada, se interrumpieron a las 5 y se reanudaron en forma intensa a partir de las 8, mientras que se prevé que continuará cayendo abundante agua hasta la noche.
En el barrio Caleta Córdova, uno de los más afectados, el temporal se llevó los caminos vecinales y los habitantes estaban impedidos de salir, por lo que efectivos del Ejército tuvieron que colocar caños y tierra en forma provisoria, en un procedimiento denominado “diafragma”, para poder restablecer los accesos. (TELAM)
vb[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_facebook type=”button_count”][/vc_column][/vc_row]