Opinión

Las dos Argentinas

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Columna de opinión por Bryan Villaba*

Las dos Argentinas

Hace varias semanas, referentes nacionales tanto de Juntos por el Cambio como del oficialismo, vienen hablando de un tema en común y bastante alineado en el discurso: el “federalismo”.

Contemplado en el primer artículo de nuestra Carta Magna, podemos decir que el federalismo es la forma de gobierno adoptada en la cual las provincias o entes distritales, poseen autonomía del gobierno nacional para elegir su forma de gobierno, nombrar a sus representantes, dictar sus normas y establecer los impuestos que consideren oportunos, delegando ciertas competencias al estado nacional que le pertenecen exclusivamente.

Esta definición de federalismo, en nuestro país no es tan así. Si bien cada provincia se organiza internamente, quedan absolutamente ligadas a las decisiones del gobierno central, en relación al precio de la moneda, los subsidios nacionales y la “redistribución” de los impuestos nacionales, que las obliga a estar directamente alineadas con el Presidente y las convierte en rehenes de la nefasta ley de coparticipación.

Es por esto que de manera muy sucinta buscamos contrastar en números, las realidades de las provincias en términos de costo de vida, tomando como parámetro a determinados gastos y fuentes de ingreso evidenciando la notoria disparidad que existe en productos y servicios iguales en nuestro “estado federal”.

En primer lugar, tomemos un indicador clave: la inflación. El informe mensual del índice de Precios al Consumidor (IPC), registró un aumento del 5,1 % en mayo de 2022 respecto de abril, acumulando 29% en los primeros 5 meses del año y un 60,7% interanual, batiendo el récord de la inflación más alta en los últimos 30 años.

Las regiones con mayores aumentos fueron la Noroeste (5,6%), Nordeste con (5,3%), mientras que el área de Gran Buenos Aires fue la región que menos sufrió el aumento de precios, con un 4,8% de inflación. Acumulando en lo que va del año, 27,7%, 26,9% y 26,2% respectivamente, evidenciando que en las provincias del norte del país la inflación es mucho más fuerte.

El segundo dato a analizar son los costos de vida en algunos servicios básicos:

El precio del combustible sin dudas a nivel nacional es uno en los cuales encontramos mayor disparidad en los precios. En el Gran Buenos Aires, el precio del litro de nafta Súper cuesta en promedio $120,3, mientras que el mismo litro en la provincia de Tierra del Fuego cuesta $96, 6. En cambio en la provincia de Misiones, el litro en la capital provincial ronda los $146 (según la última suba del día jueves), y en la ciudad de Iguazú donde se encuentra el litro más caro del país, está a $180.

Otro gasto que viene de la mano del anterior, es el precio del transporte público. La Ciudad de Buenos Aires tiene el boleto más barato del país ($25,2), la ciudad de Posadas se encuentra a mitad de tabla ($60) y en este caso la ciudad más cara es Bahía Blanca ($76).

El tercer dato, y el más impactante por las discrepancias en materia de subsidios energéticos, es el referido al costo de la energía eléctrica. En CABA la tarifa básica con 300kw de consumo comienzan alrededor de los $1300, en nuestra provincia este consumo inicia aproximadamente en $1900, y la ciudad ganadora por amplia diferencia es Córdoba, con $4000 para el mismo consumo.

Finalmente, el dato que contrasta absolutamente todo son los ingresos promedios. En base a la última medición de 2021, mientras que el Misionero promedio gana alrededor de $45000, un residente de la capital nacional percibe $69000.

Si bien muchos podrán decir que estas diferencias tienen que ver con las distancias que deben atravesar algunos productos hasta llegar al consumidor, del valor del dólar y otros argumentos de esta índole, la principal causa por la que se dan estas discrepancias es fundamentalmente, por la intromisión del estado en el mercado.

En su afán de intervenir y subsidiar, el estado termina favoreciendo a distritos con mayor densidad poblacional como ocurre con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus alrededores.

Hoy pareciera que la gobernabilidad Presidencialista pasa por subsidiar a las clases bajas del gran Buenos Aires, a cambio de que las demás provincias paguen el costo.

Ya lo hemos visto en el gobierno de Mauricio Macri, donde los porteños pegaron un grito en el cielo cuando les tocaron las tarifas de luz y gas, poniendo punto final al plan de Cambiemos de readecuar las tarifas que en ese entonces estaban retrasadas, y que hoy obviamente, lo están mucho más.

El próximo gobierno nacional que asuma en medio de este desastre, deberá adoptar medidas concretas, pagando los costos políticos que conlleva una terapia de shock en materias de tarifas, quita de subsidios y tratamiento impositivo equitativo para todas las provincias. Si vamos a hablar de Federalismo, apliquemos un verdadero sistema federal, y no dividamos al país en la eterna lucha de la Capital contra el resto del país.

*Bryan Villaba. Apoderado UCEDE Misiones

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