Lo decimos en inglés porque acá nos manejamos así, ni en guaraní ni en portugués como parecería ser lo más natural. Por las dudas, lo que queremos decir es: Misiones, la provincia con los impuestos más altos de todo el país.
La polémica viene desde hace tiempo, los misioneros pagamos los productos más caros y algunos ni siquiera llegan a nuestra provincia por una simple razón: “Pago a Cuenta del Impuesto sobre los Ingresos Brutos”
Misiones lleva adelante uno de los sistemas más perjudiciales tanto para los que consumen en la provincia como para los producen, la famosa “aduana paralela”, una máquina de impedir el crecimiento de los misioneros. Eso si, una máquina de impulsar el crecimiento recaudatorio en manos de unos pocos. Para sorpresa de nadie.
Cada acceso a la provincia tiene un puesto de ATM listo para cobrar el impuesto a cada camión que ingresa a nuestra querida tierra colorada, impuesto que impacta directamente en el precio de los productos.
En la teoría, las retenciones aplicadas a operaciones bancarias, pagos en ventanilla y a camiones en puestos fiscales generan un crédito fiscal para la empresa o contribuyente, pero al mismo tiempo representan una deuda para la provincia. El organismo fiscal debe devolver el dinero retenido, que proviene de los contribuyentes En resumen, estas retenciones crean un “saldo a favor” para los contribuyentes al liquidar Ingresos Brutos.
Sin embargo, la provincia lidera el ranking en deuda a sus contribuyentes. Misiones te cobra por adelantado y te devuelve cuando quiere sin intereses… si es que te devuelve.
No hay dudas de que tiene todas las características de una estafa: te cobran por adelantado, te pagan cuando quieren y sin intereses. A medida que pasa el tiempo, el contribuyente solo ve como pierde poder adquisitivo.
Las consecuencias terminan siendo alarmantes, las empresas deciden no producir en nuestra provincia, no traer sus productos o bien llevar el impuesto al precio en góndolas.
En X el tema cobró relevancia en los últimos días y muchos usuarios mostraron su descontento compartiendo las situaciones que viven alrededor de esta aduana paralela.
En síntesis los perjudicados siempre son los misioneros y los beneficiados son los mismos de siempre.