La política, como reflejo de la sociedad, a menudo nos muestra facetas sorprendentes y decepcionantes. En Misiones, la situación política actual parece estar marcada por un flagrante oportunismo por parte de algunos representantes, especialmente aquellos vinculados a la Renovación.
La Renovación, un actor político dominante en la provincia durante décadas, se encuentra en una encrucijada. La desaparición de figuras políticas clave, como Sergio Massa y el Kirchnerismo, dejó a este partido en una especie de orfandad política. Ante esta situación, en lugar de mantener una postura coherente con sus principios y valores, algunos de sus diputados optaron por el camino del oportunismo político.
Un ejemplo claro de esta actitud oportunista lo vemos en los diputados Yamila Ruiz y Carlos Rodríguez, quienes, respondiendo a los intereses de Carlos Rovira, líder de la Renovación, demostraron falta de lealtad ideológica buscar de cualquier manera asociarse al espacio político que viene en crecimiento en la provincia que es Activar, desde donde se planteó el acompañamiento al sector productivo en medio de la incertidumbre por la modernización del INYM y la definición de precios; además de los pedidos hechos ante el Gobierno nacional para las retenciones 0 a las economías regionales. Es decepcionante observar cómo estos representantes políticos son capaces de cambiar de postura y alineación política con tanta facilidad.
La desesperación de la Renovación por mantener su hegemonía política se traduce en acciones desesperadas y poco éticas. La firma de dictámenes de mayoría en congruencia con los intereses de Activar, demuestra hasta qué punto están dispuestos a llegar para conservar el poder. Esta falta de principios y coherencia política es una afrenta a la confianza depositada en ellos por parte de los misioneros.
Es lamentable ver cómo la política se convierte en un juego de intereses personales y oportunismo, en lugar de ser un medio para el bien común y el progreso de la sociedad. La Renovación, al permitir y fomentar este comportamiento entre sus filas, traiciona la confianza del pueblo misionero y socavando los pilares de la democracia.
En un momento en que la sociedad exige transparencia, honestidad y coherencia en la política, es fundamental que los representantes electos actúen con integridad y responsabilidad. El oportunismo político solo socava la confianza en las instituciones democráticas y perpetúa un ciclo de desencanto y desconfianza entre la ciudadanía. Es hora de que los políticos en Misiones, den un paso al frente y demuestren un compromiso genuino con el servicio público y el bienestar de todos los ciudadanos.
